En el Día de los Santos, abundan las ofrendas.

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En el Día de los Santos, abundan las ofrendas.Hoy en Cocinando con los Dioses vamos a conectar con la masa crítica del Día de todos los Santos.

El 1 de noviembre se celebra el día de Todos los Santos en recuerdo de los mártires perseguidos por credos religiosos o políticos enfrentados al Cristianismo.

Durante estas festividades entre los dulces más típicos y tradicionales se encuentran los buñuelos de viento (cuenta la tradición que cuando te comes un buñuelo sacas un alma del purgatorio); los huesos de Santo, que son dulces de azúcar y huevo que fingen el canibalismo sacro (si uno se come a los muertos simbólicamente es porque los quiere y no les tiene miedo).

En España en el Día de Todos los Santos suelen visitar las tumbas de sus parientes para adorarlos en el cementerio y decoran las tumbas con flores. Específicamente en Galicia se hacen unas empanadas que se comen en los cementerios; y en toda Cataluña se hace un dulce conocido con el nombre de Panallet, elaborado con almendra y azúcar.

En Guatemala, hay un plato de todas las comidas que los difuntos les gustaron, llamado Fiambre y es similar a una ensalada grande. Está llena de vegetales como tomates, remolachas, cebollas y otros y carne como salchicha, carne de vaca, pollo y otros. También hay olivos y quesos diferentes. Al principio, solamente las cosas que los individuos le gustó fueron haciendo, pero con el paso de tiempo lo desarrollaron como una costumbre.

Huesos de Santo

Huesos de SantoEn realidad estos  no tienen una forma definida “de hueso”. No son más que canutillos de mazapán que se recubren de almíbar, que es lo que le da ese toque de color tan blanco. Antiguamente, el interior se rellenaba solamente de una masa dulce de yema, aunque con el paso de los años se fueron diversificando los rellenos y ahora los podemos encontrar de todos los sabores: desde gustos tradicionales como chocolate, trufa o coco, hasta otros más atrevidos como el plátano o la frambuesa.

Ingredientes:
Mazapán:
200 gr de azúcar morena
150 gr de almendras molidas
100 ml de agua y azúcar glasé
Relleno de yema:
100 gr de azúcar morena
4 yemas de huevo
50 gr de agua

Preparación:

Hacer con el agua y el azúcar morena un almíbar fuerte e ir añadiendo la almendra hasta formar una masa. Se deja enfriar. Por otro lado, para hacer el relleno, hacer otro almíbar con el agua y el azúcar morena y, cuando esté listo, incorporar poco a poco a las yemas batidas. Introducimos la mezcla en un recipiente y se calienta en baño María, evitando que entre en ebullición porque la pasta se podría cortar. Una vez que haya espesado bien, dejar enfriar.

Agarra el mazapán y lo amasas con un rodillo, espolvoreando toda la superficie con azúcar glasé para darle el toque blanco de los huesos. Haz tiras cuadradas del tamaño que consideres más adecuado, pero con las dimensiones suficientes para hacer con ellas los canutillos. Cada tira cuadrada se enrolla en un palo de 1 cm de grosor (puede servir un lápiz o palillos chinos) y pegamos la masa con los dedos. Nos aseguraremos de espolvorear cada canutillo con azúcar glasé para evitar que la masa se pegue al palo. Se saca del palo, se deja enfriar y se rellena con la pasta de yema.

Fotos: productos.pasteleriasaugar.es

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