“Yo me uno a la oración colectiva que hay en el planeta para sanarlo.”
Arquetipos cruzados que nos llevan a repetir la historia, por lo tanto es de suma importancia comprender lo que está sucediendo para poder desde la PRESENCIA y el LIBRE ALBEDRIO canalizar nuestro mundo emocional y accional.
Como dijo Carl Jung los arquetipos son las formas de pensamiento universal, esencial, disponible a la consciencia humana durante todos los tiempos. Los planetas y asteroides llevan los nombres de estas deidades, que corresponden a fuerzas primarias, inmortales, eternas. Para comprender como el arquetipo de un planeta o asteroide, opera, debemos analizar el mito correspondiente a cada uno de ellos. Es justamente cuando descubrimos que vivimos en nuestra cotidianidad los guiones descriptos en estos mitos, que comenzamos a traer desde lo oculto de nuestra psiquis hacia nuestra consciencia, estos patrones e historias muchas veces de forma literal.
El conocimiento y asimilación de nuestra “historia” es la plataforma de despegue de nuestra “libertad”.
Quirón en el grado cero de Aries (The aries point) despertando nuestra “herida”.
Quirón simboliza el “proceso del descubrimiento personal”, aprendiendo a confiar en nuestro maestro interior. Como paso previo a la curación, exige reconocer y admitir conscientemente el origen de nuestro sufrimiento.
Resulta curioso pero la raíz de la palabra Quirófano viene de Quirón (Kirón, Chirón), el que cura con las manos, aquel que se hace cargo del dolor de otro e invita a la búsqueda de la sabiduría que contiene el dolor.
Una extraordinaria oportunidad para dejar de culpar al otro por nuestras frustraciones, para perdonar, para tomar responsabilidad por nuestros fracasos y la energía para tomar control de nuestro destino y quitarnos de encima innecesarios sentimientos negativos y de venganza.
“No es que a la persona le sucede un acontecimiento, sino que al acontecimiento le sucede una persona. Un individuo se encuentra con determinados acontecimientos porque los necesita para poder llegar a ser más plenamente lo que sólo es potencialmente”. Dane Rudyhar
Por lo tanto, debemos estudiar los acontecimientos como si fueran el fruto de un árbol sembrado en el tiempo cuyas raíces son el camino que nos conduce a su semilla.
“Apuesta a ti… El premio eres tú”
Lourdes Méndez