Una de las vistas más hermosas del cielo nocturno es Cignus, el cisne. Sus estrellas más brillantes forman realmente un ave de cuello alargado que vuela por la Vía Láctea. El cisne está alto en el este al anochecer. Su estrella más brillante, Deneb, marca la cola, con el cuerpo extendiéndose hacia la derecha.
Esa región del cielo es también una vista hermosa para los astrónomos que trabajan en la misión Kepler. El telescopio en órbita observa con atención 150,000 estrellas de Cignus y la constelación adyacente, Lira. Su objetivo es encontrar mundos semejantes a la Tierra en órbitas parecidas a la terrestre alrededor de las estrellas.
Kepler mide el brillo de las estrellas que observa. Si un planeta pasa por delante de una estrella, la luz de ésta disminuirá un poco. Si la disminución se repite, los científicos pueden medir el tamaño del planeta y su distancia a la estrella.
Kepler ya ha descubierto varios planetas grandes en órbitas próximas a sus estrellas, pero encontrar planetas como la Tierra lleva más tiempo, porque tardan un año o más en pasar por delante de sus estrellas. Kepler no ha estado en órbita el tiempo suficiente para confirmar ese tipo de planetas.
Busque el área de exploración de Kepler entre las brillantes estrellas Deneb y Vega, que está hacia la parte superior de Deneb esta tarde.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba…es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes consultadas: universoonline.org
Foto: pbs.org