Una brillante estrella acompaña a la Luna mañana antes del amanecer. Espica, la luz guiadora de Virgo, está a la izquierda de la Luna conforme ascienden alrededor de las 2 am, y directamente arriba de la Luna a primera luz.
Espica está a 260 años luz, lo que significa que la luz que vemos esta noche de Espica en realidad salió de la estrella hace 260 años. Durante ese tiempo, la luz ha atravesado más de mil billones de millas de espacio. Pero la luz tardó mucho más tiempo en recorrer los primeros millones de millas: varios millones de años.
Una estrella crea su energía mediante reacciones nucleares en su núcleo. Cada reacción produce un rayo gamma la forma más potente de energía.
Pero el rayo gamma no sólo sale disparado al espacio. En el caso de Espica, es un viaje de tres millones y medio de millas desde el núcleo a la superficie, a través de capas densas de gas.
Por eso, cuando el rayo gamma va hacia afuera, choca con un átomo de gas, donde es absorbido, y posteriormente vuelve a ser irradiado. Al moverse hacia fuera, la energía experimenta este proceso múltiples veces. Al acercarse a la superficie, el nivel de energía desciende, primero a rayos X, luego a ultravioleta y a luz visible. Cuando esta energía llega finalmente a la superficie, sale disparado al espacio, a la velocidad de la luz.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes consultadas: universoonline.org.
Foto: thenightskyguy.com