‘Curiosity’ confirma que algunos asteroides llegaron a la Tierra desde Marte
El rover Curiosity que la NASA ha enviado a Marte ha logrado recopilar pruebas concluyentes de que, efectivamente, los meteoritos caídos a la Tierra cuyo origen se intuía marciano proceden de este planeta.
Los expertos utilizaron el instrumento de Análisis de Muestras de Curiosity (SAM) para analizar las proporciones entre el Argón 38 y el Argón 36 que aparecen en la atmósfera marciana. Así, descubrieron que ésta contiene mucho más Argón 38, ya que es más pesado y no se pierde en el espacio en la medida que lo hace el 36.
Estos resultados, publicados en Geophysical Research Letters, determinan que los meteoritos presentaban la misma proporción que se registraba en Marte. “Hemos dado con ello, realmente estas rocas son de procedencia marciana”, ha señalado la autora principal del trabajo, Sushil Atreya.
Este descubrimiento permite a los científicos hacerse también otras preguntas, como si Marte sería un planeta más hospitalario si conservara todo el argón que alguna vez tuvo. En este sentido, los expertos han señalado que el planeta pudo haber sido mucho más húmedo, más cálido y más acogedor de lo que es hoy en día, pero no a causa de la cantidad de gas argón que solía tener en su atmósfera. Esto da fuerza a la teoría de que Marte pudo albergar vida y hace que se observe de otro modo la teoría científica de que la vida pudo llegar a la Tierra en uno de estos meteoritos marcianos.
Otra razón por la que los científicos están interesados en la proporción de argón es descubrir cómo era Marte en el pasado. El gas argón no reacciona con otros compuestos o elementos, al ser químicamente inerte, por lo que cualquier diferencia en la cantidad actual, en comparación con el pasado, se debe a la pérdida de atmósfera a lo largo de su historia
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo. Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo… Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes: radiouniverso.org, intereconomia.com
Imagen: cielosur.com, cubadebate.cu
- Nota: Esta información sólo es válida para el Hemisferio Norte. ↩