En espera de la visita anual de Kukulcán a Chichén Itzá

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El próximo lunes 22 se registrará el equinoccio de otoño, el cual marcó en diferentes edificios precolombinos mayas la fecha para el inicio de la cosecha, informó el astrónomo yucateco, Eddie Ariel Salazar Gamboa.

Indicó que de esta manera, del 20 al 24 de este mes se apreciarán fenómenos arqueoastronómicos en edificaciones de diversas urbes, tal el caso de Chichén Itzá, Dzibilchaltún, y Oxkintok, principalmente, según informó un comunicado de prensa.

Aclaró que ese día se registrará el cambio de estación, y desde el punto de vista astronómico se registrará a las 21:48 horas, cuando el Sol esté justamente en el oriente.

«Pero, para nosotros no ocurre la igualdad del día tal como se observará en las naciones que está en el ecuador», pues el próximo lunes 22, el Sol saldrá por el horizonte a las 6:47 horas y se ocultará a las 18:55 horas, es decir, el día tendrá una duración de 12 horas con ocho minutos.

En Yucatán, la igualdad del día y la noche será el próximo domingo 28, cuando el día y la noche tendrán una duración de 12 horas, debido a la ubicación geográfica de esta región del país, con respecto al ecuador.

Remarcó que ese día se registrará «el equinoccio por definición», ya que el Sol aparecerá a las 6:49 horas y se ocultará a las 18:49 horas, es decir, tienen una duración de 12 horas.

Lamentó el desinterés del gobierno por fomentar los fenómenos arqueoastronómicos, pues ahora ya no hay especialistas que en Chichén Itzá expliquen lo que acontece en ese día.

«Debido a que no hay una explicación, las personas no entienden lo que ocurre por lo que se desaniman y se retiran», acotó.

Recordó que años atrás, se realizaba un evento en el que el descenso de Kukulcán por la alfarda noroeste de El Castillo era explicado en español, maya, inglés, francés y alemán, pero ahora, en ningún idioma».

Salazar Gamboa lamentó la inexistencia de documentos que pudieran explicar lo que representó éste acontecimientos para los mayas precolombinos, por lo que se recurre a la interpretación, que en el caso del equinoccio de otoño representa el fin del período de recolecta de frutos y «dejar descansar a la tierra».

«El mero día del equinoccio, Kukulcán viene a la Tierra y al plasmar su cuerpo serpentino en El Castillo efectúa un viaje hacia el inframundo, y luego de recorrer los nueve niveles regresa con nosotros para dar a los hombres los beneficios que ofrece la naturaleza», subrayó.

Reiteró que los edificios prehispánicos fueron construidos alineados a los principales astros de la bóveda celeste, como es el Sol, la Luna y Venus, ya sea en su fase de «lucero del amanecer», o «lucero del atardecer».

Asimismo, hay estructuras en las que también registran el paso del Sol por el Cenit, o bien el de Pléyades.