Mercurio Tiene Lluvia de Estrellas del Cometa Encke

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Según un nuevo estudio, el planeta Mercurio está siendo golpeado regularmente por pequeñas porciones de polvo de un antiguo cometa. Esto tiene un efecto claro en la tenue atmósfera del planeta y puede conducir a un nuevo paradigma acerca de cómo estos cuerpos sin aire consiguen mantener sus envolturas etéreas.

Los terrícolas no somos ajenos a los efectos del polvo cometario en un planeta y su entorno. En una noche clara y sin Luna, somos testigos de la desaparición de innumerables granos de polvo, ya que se queman en la atmósfera de la Tierra en forma de meteoros o «estrellas fugaces». En ciertas épocas del año, aumentan considerablemente, creando fuegos artificiales naturales: una lluvia de meteoritos. Esto es causado porque la Tierra pasa a través de una corriente de partículas de polvo dejadas por ciertos cometas.

Una de las lluvias de estrellas más conocidas, las Perseidas del mes de Agosto, tiene su origen en el cometa Swift-Tuttle, que fue visto por última vez en 1992 y no va a regresar al Sistema Solar interior hasta el próximo siglo. Pero la Tierra no es el único planeta del sistema solar que experimenta este tipo de fenómeno. El año pasado, el cometa Siding Spring estuvo a unos 160.000 kilómetros de Marte, cargando la atmósfera superior del planeta rojo con varias toneladas de material cometario. Las secuelas fueron registradas por varias naves espaciales que orbitan Marte, como la sonda MAVEN y la nave Mars Express de la ESA.

La Luna y Mercurio están considerados típicamente planetas sin atmósfera. Desde los aterrizajes de las misiones Apollo en la Luna sabemos que los cuerpos como la Luna o Mercurio están rodeados por nubes de partículas atómicas, ya sea lanzadas desde la superficie o bien traídas por el viento solar. Aunque tenues por comparación con las densas atmósferas de la Tierra o Marte, las observaciones han revelado que estas «exosferas» son entidades complejas y dinámicas.

MESSENGER, la primera nave espacial en orbitar Mercurio, ha medido cómo ciertas especies cambian en la exosfera con el paso del tiempo. El análisis de los datos realizado por Matthew Burger, de Morgan State University, y sus colaboradores muestra un patrón en la variación del calcio que se repite de un año al siguiente en Mercurio.

Los investigadores encontraron que tanto la cantidad de calcio como su patrón de variación podían ser explicados en términos de material expulsado de la superficie del planeta por impactos. Pero un detalle de los datos carecía de sentido: el pico en la emisión del calcio se observa justo después de que Mercurio pasa por su perihelio – el punto más cercano al Sol de su órbita – mientras que su modelo teórico predecía que el pico ocurriría justo antes del perihelio. Algo se les escapaba.

Y ese «algo» llegó en forme de una corriente de polvo cometario. Descubierto en el siglo 18, el cometa Encke lleva el nombre del matemático alemán que calculó su órbita. Tiene una órbita menor que cualquier otra roca y vuelve a su perihelio, a casi 50 millones de kilómetros del Sol, cada 3,3 años. Su órbit, y la de las partículas de polvo lanzadas fuera de él, es lo suficientemente estable como para perdurar durante milenios, por lo que habría formado una corriente de polvo denso. Los investigadores propusieron entonces que el polvo de Encke sería el causante de que se elevara el calcio de la superficie de Mercurio, lo que explicaría lo visto por Messenger.

Fuente: lanasa.net

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