Al hablar de Bloom, Joyce lo convierte en un individuo de una personalidad muy especial, en esencia para describirlo encontramos frases como:
En Ulysses: “El señor Leopold Bloom comía con fruición (complacencia, goce) los órganos internos de bestias y aves de corral”.
En Circe: “recoge un refrigerio en la noche – pata de cerdo y pata de cordero fría – y sólo a regañadientes le da un poco a un perro callejero”.
Esto basta para definir a Bloom al menos como un hombre de apetitos grandes, exóticos y descarados. En resumen, el tipo le encanta la comida bien pesada. Algo que queda claro es que el apetito de Bloom dirige sus pensamientos. Pues se le ve pasear por Dublín, dejándose llevar por los olores de las panadería y carnicerías.
Otra característica que nos habla de Bloom es que es un personaje extremadamente sexual. Su amigo Stephen puede ir a un burdel en «Circe», pero lo único que hace es tocar el piano, filosofar, y bailar con las prostitutas asta quedar aturdido y salir corriendo a la calle. Bloom, por el contrario, tiene una fantasía masoquista en la una bella meretriz le azota y abusa de él. Quizá su fantasía más conocida pero es sólo una de muchas.
Recomendamos ver y leer:
Ulises
Aun cuando vivió alejado de la ciudad por décadas, este dublinés por excelencia, nunca pudo desanclar su pensamiento de su amada tierra, es por ello que en las calles de la capital irlandesa se vive su obra.
Ubicado Joyce vivió entre el sigo XIX y el XX, y aun que habitó, media docena de ciudades europeas, al leer su obra comprenderás que en realidad sólo vivió Dublin.
Quizá para comprender la obra de Joyce algunos utilicen la vía académica, comienzan leyendo Ulises y luego continúen con la Odisea. Pero estoy seguro que muchos académicos y otros no tan cultos preferirían caminar las calles de Dublin.
Comenzar el día con vistiendo como los personajes de la novela «Ulises», con un baño en la playa de Forty Foot, visitar la Martello Tower, tomar un borgoña y un sándwich de Gorgonzola en el pub Davy Byrne en Duke Street, y una pinta en Ormond Quay.
Con esto cada 16 de junio, ya conocido como Bloomsday por los aficionados a Joyce, de Irlanda o llegados de todo el mundo reviven el recorrido de Leopold Bloom, protagonista «Ulises» por la ciudad con la obra en la mano envueltos en un halo de magia literaria.
Tratar de explicar el rompecabezas en el cual Joyce muestra su historia desde perspectivas diferentes (al menos dos) el de Leopold Bloom y el de Stephen Dedalus pude ser un esfuerzo inútil, la mejor forma de lograrlo es leyendo el libro, pero para quienes gustan del séptimo arte podemos recomendar esta obra.
Ulises (Ulysses 1967) escrito por James Joyce y dirigido por Joseph Strick. Nominada para un Oscar, La Palma de Oro de Cannes y un Golde Globe.
Sinopsis: Dublín, 16 de junio 1904. Stephen Dedalus (Maurice Roëves) , quien se ve como un poeta, se embarca en un día bohemio por la ciudad durante el cual se encuentra un amigo y a Leopold Bloom (Milo O’Shea), un Judío de mediana edad. Mientras tanto, el día transcurre entre un funeral y una noche de beber y juerga que despierta en Bloom sentimientos paternales hacia Stephen, y comienza un acercamiento con Molly su esposa.
Acompañemos a Leopold Bloom en su tradicional recorrido y a todos quiénes lo hacen, lo han hecho o lo harán conociendo Dublín y moviendo al mundo en Ulises.