‘No permitáis que lo que no podéis comprender os aplaste’.
Más tarde se traslada a Bilbao donde continuó como periodista para La Gaceta del Norte y allí nace su última hija, Tirma. Fue en ese mismo periódico cuando en 1972 recibió en redacción un teletipo que hablaba sobre un aterrizaje ovni en Burgos. A partir de ese momento, cubre todas las noticias relacionadas con este tema para su periódico. En 1974 un teletipo de EFE, relataba como un grupo de peruanos, el IPRI (Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias; Cuyo presidente y fundador era Carlos Paz García), aseguraba estar en contacto con seres extraterrestres.
Juanjo fue el encargado de cubrir la noticia y viajó a Perú. Este grupo afirmaba estar en contacto telepático con seres de Ganímedes, el mayor de los satélites de Júpiter. En una de las citas que concertaban, el nombre de J.J. Benítez apareció en la lista de las personas de contacto y así fue como aquel día 7 de septiembre de 1974, Juanjo pudo asistir, en los arenales de Chilca, a un avistamiento programado.
«Actua siempre después de intuir».
A pesar del éxito de sus investigaciones, en 1977 comienza a tener serios problemas para seguir difundiendo el tema ovni por causa de diversas presiones, por lo que decide abandonar el periodismo para dedicar todo su esfuerzo a la investigación del fenómeno OVNI. Durante varios años se dedicó a investigar a lo largo y ancho del mundo, siempre tras los ovnis.
«El mejor procedimiento para vengarse de una injuria consiste en no parecerse a quien la ha inferido.»
Los libros se sucedían: “100.000 km tras los ovnis”, “Documentos oficiales del Gobierno Español”, etc. Hasta que en el año 1977 una información vino a cambiar el curso de su vida. Un equipo de científicos vinculados a la NASA -no católicos- había demostrado, tras tres años de investigación, que el cuerpo que envolvió la Sábana Santa correspondía a Jesús de Nazaret.
Hasta ese momento a Juanjo, según sus propias manifestaciones, la figura de Jesús de Nazaret le había traído sin cuidado. Pero a partir de ese día, y a raíz de esa investigación, algo nuevo empezó para él. Escribió su libro “El Enviado” basado en dichas investigaciones, y fue ese libro el que le llevó a entrar en contacto con el mayor, que le proporcionaría toda la documentación para poder escribir su famosa saga de “Caballo de Troya”.
«El que conoce y practica el amor no suele tener necesidad de perdonar: siempre está dispuesto a comprenderlo todo».
El 31 de julio de 1995 vio cumplida su mayor ilusión. Vivir al lado del mar, de la mar, como a él le gusta decir, en Barbate, en una casa llamada Abba, junto a su esposa Blanca y sus dos perros.
Lo cierto es que muchas de sus investigaciones y el material de donde saca información no lo conocemos, como él mismo dice cuando le hemos preguntado, «si supierais la verdad no me creeríais». Este es a grandes rasgos J.J. Benítez. un hombre que celebra la Nochebuena el 21 de agosto.
«El gran secreto que nos permitirá «fabricar» vida algún día se escribe así: AMOR».
Fuente: http://www.planetabenitez.com/