¿Recuerdas el Blue Monday? El día considerado como más triste del año está fechado desde el 2005, y corresponde al tercer lunes de enero. Pero no hay que desesperar. Con la primavera llegan el buen tiempo y las ganas de sonreír, e igual que nació aquella fecha tan triste, también existe un día para la felicidad.
El 28 de junio de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que, a partir de entonces, los 20 de Marzo quedaban bautizados como Día internacional de la Felicidad, e invitó «a todas las personas de cualquier edad, así como a las escuelas, a los negocios y a los gobiernos a celebrar todos juntos» tan señalada fecha.
La felicidad es un sentimiento muy subjetivo, hay muchas cosas que nos pueden hacer felices: un buen día de sol, una carcajada o reencontrarte con un buen amigo. Pero si hay expertos en felicidad, esos son los cómicos. Goyo Jiménez hace felices a cientos de espectadores cada semana con su showcómico By the Way, en los cines Callao de Madrid. El humorista define la felicidad como «un gran continente muy grande y muy complejo», y se sitúa a sí mismo «en pequeños islotes llamados diversión».
Su arma predilecta para inyectar una sonrisa a la sala es ese «mensajito» que intenta dejar tras cada actuación, aunque, eso sí, advierte: «La gente es muy responsable de su propia felicidad, cada uno tiene que hacer su propio caminito».
Bután, adalid de la felicidad
El «caminito» a la felicidad comenzó en el Reino de Bután, que presentó la idea a la Asamblea de la ONU en 2012. 40 años antes, comenzaba en Bután el reinado del Rey Dragón IV, que, con tan sólo 16 años, decidió que la filosofía de su Gobierno se basase en hacer felices a sus súbditos. Para ello, creó un concepto revolucionario: la Felicidad Nacional Bruta (FNB).
El FNB es hoy un indicador de nivel de vida que se utiliza internacionalmente como complemento al Producto Interior Bruto. Se calcula midiendo nueve puntos: el bienestar psicológico, el uso del tiempo, la vitalidad de la comunidad, la cultura, la salud, la educación, la diversidad medioambiental, el nivel de vida y el Gobierno.
Jiménez ve con buenos ojos el futuro de España, en lo que a felicidad se refiere. «Hay un magnífico panorama en la comedia escénica, uno de los mejores momentos que ha conocido, y creo que nos viene muy bien», asegura. Con un ambiente marcado por los últimos (pero no menos dolorosos) coletazos de la crisis, el humor es la mejor forma de generar sonrisas.