Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa estela o “semilla del día” fue sembrada por…
Benjamin Thompson, Conde de Rumford.
Benjamin Thompson, médico, físico e inventor norteamericano (Woburn – Massachusetts). Sus experimentos y su cuestionamiento de la física establecida en el siglo XVIII, contribuyeron a los grandes avances que se produjeron en el siglo XIX en el campo de la termodinámica. El cráter Rumford, en la Luna, recibió este nombre en honor a él. Formuló también, la hipótesis mecánica sobre la naturaleza del calor, echando por tierra la tesis del calórico de Lavoisier.
Fue educado en la escuela de su pueblo natal y desde muy pequeño demostró tener una sed inagotable de conocimientos y una mente activa y despierta para llegar al corazón de los problemas y resolverlos.
Con 13 años entró a trabajar como aprendiz de un comerciante de la ciudad de Salem. Tres años más tarde lo haría para un comerciante de Boston.
Y durante un periodo corto de tiempo fue aprendiz de un doctor en Woburn. Posteriormente estudió en Harvard y fue profesor en Concord (New Hampshire).
Además, se convirtió en la máxima autoridad mundial en termodinámica y fue el primero que determinó los principios de la convección de fluidos y la circulación de las corrientes marinas.
Sus trabajos impresionaron tanto a las autoridades de Baviera que en 1791 le nombraron conde Von Rumford.
Durante su estancia en Munich también diseñó y dirigió la construcción del famoso parque conocido como el Jardín Inglés. Y en una serie de experimentos para mejorar el alumbrado de los asilos para los pobres, estableció la candela como unidad patrón para medir la iluminación.