“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros”. San Agustín
Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa estela o “semilla del día” fue sembrada por…
La UNESCO, en conmemoración de tres grandes escritores: la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra (calendario gregoriano), la muerte (y probablemente también el nacimiento) de William Shakespeare (calendario juliano) y la muerte de Inca Garcilaso de la Vega.
El Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel internacional con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Tiene su origen en la Diada de Sant Jordi (Día de San Jorge) celebrada en Cataluña, donde ha sido tradicional desde la época medieval para los hombres dar rosas a sus amantes, y desde 1925 para las mujeres dar un libro a cambio. A nivel internacional es promulgado por la UNESCO, que la empezó a promulgar por primera vez en 1995. Se celebra cada 23 de abril desde 1996 en varios países, siendo en 2008 más de un centenar.
Tradicionalmente en Cataluña la Diada de Sant Jordi como es conocido este día en catalán, es el día de los enamorados, en el cual las personas intercambian y regalan rosas y libros a su pareja y personas queridas. Es tradición que el hombre regale una rosa a la mujer y ésta un libro al hombre.
Se cree que la tradición de regalar en esta fecha una rosa a la mujer amada se remonta probablemente hasta el siglo XV. Algunas versiones hacen coincidir esta práctica con la Feria de las rosas o de los enamorados que tenía lugar en Barcelona durante el verano. Es un hecho constatado que en aquella época ya se repartían rosas a las mujeres que asistían a la misa oficiada en la capilla de San Jorge del Palacio de la Generalidad de Cataluña en esta fecha. La rosa va acompañada de una señera y una espiga de trigo. El color rojo de la rosa simboliza la pasión, la señera al patrón de Cataluña y la espiga de trigo representa la fertilidad.
La tradición está basada en la narración escrita por Iacopo da Varazze en siglo XII en la obra «La Llegenda Àuria«, en la que San Jorge, un soldado romano que salva a una bella doncella de un sacrificio, este, consistía en que el reino amenazado por el dragón, una vez al año ofrecía una bella joven del reino como manjar para el dragón, San Jorge al pasar por la zona no pudo evitar actuar, clavó su lanza en el dragón, matándolo así y toda la sangre derramada por el monstruo se convirtió en rosales; De ahí la tradición, las rosas de la sangre del dragón, y los libros de donde la historia fue escrita.