“Las cosas son percibidas, los conceptos son pensados, los valores son sentidos”. Max Scheler
Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres Esta semana esa estela o “semilla de la semana” fue sembrada por… Max Scheler
Nacido el 22 de agosto de 1874 en Munich.
Fue profesor en las universidades de Jena, Munich, y Colonia. Discípulo de Rudolf Eucken, simpatiza con las teorías vitalistas de Henri Bergson y después de Edmund Husserl convirtiéndose en el primer fenomenólogo.
Es el mejor teórico de los valores. Escritor de extraordinaria fecundidad. Scheler distingue tres clases de saber: el inductivo, el de la estructura esencial y el metafísico. El saber inductivo es el de las ciencias positivas. Se basa en el instinto de dominación. Su objeto es la realidad y tiene como finalidad utilizarla por medio de la técnica. La facultad cognoscitiva, por sí sola, no es suficiente para que poseamos la realidad ya que ésta es aquello que ofrece resistencia a nuestro esfuerzo. La presencia de este esfuerzo es lo que testimonia la existencia de lo real. El saber de la estructura esencial es el saber que nos permite captar el qué de las cosas. A este saber llegamos cuando nos abstenemos de la actitud impulsiva y prescindimos de la existencia real de las cosas. Su objeto es lo a priori. Está de acuerdo con Immanuel Kant en que existe conocimiento de lo a priori, y que este carácter lo tienen las proposiciones ideales que se dan con independencia del sujeto que las piensa. A cambio de esta coincidencia parcial con Kant, mantiene cinco diferencias.
- No son los juicios sino las esencias las que constituyen primordialmente lo a priori.
- La región de lo a priori no coincide con la región de lo formal, ya que estando las esencias en la región apriorística, también se da el a priori material.
- En el lugar de la cuestión: ¿cómo es posible que se dé algo?, la cuestión fundamental, dice Scheler, es más bien esta otra: ¿qué es lo que se da?
- Scheler considera falsa la teoría kantiana según la cual todo lo que es es enlace ha tenido que ser producido por el entendimiento. Scheler dice que no es el entendimiento el que prescribe las leyes a la naturaleza. Lo único que podemos establecer son convenciones pero no leyes.
- Tampoco está de acuerdo en que lo a priori se equipare con lo racional. toda nuestra vida espiritual (el amar, el sentir, etcétera) tiene contenidos a priori. Siguiendo a Pascal, dice Scheler que «existe un orden del corazón a priori, una lógica del corazón».
El saber metafísico, también llamado saber de salvación, aparece cuando se logra trabar los resultados de las ciencias positivas con los de la filosofía, cuando está orientada al conocimiento de las esencias. Su objeto inmediato está constituido por los problemas fronterizos de las ciencias, por ejemplo, ¿qué es la vida? y la finalidad es instaurar al hombre en el dominio de la metafísica.
En La naturaleza de la simpatía (1913), usa del método de Husserl de la descripción fenomenológica detallada a las emociones sociales que relacionan a los seres humanos unos con otros, especialmente el amor y el odio. Partiendo del concepto husserliano de reducción fenomenolífica, Scheler distinguió las esencias de lo intangible, lo que llevó a la afirmación de la independencia de los valores eternos e inmortales. A este título le siguió su obra más famosa El formalismo en la ética y teoría material de los valores (1913), un tratado en dos volúmenes de ética en donde critica el enfoque ético formal del filósofo alemán Immanuel Kant y lo cambia por un estudio de los valores específicos como se presentan de un modo directo a la conciencia.
Convertido al catolicismo en 1920, escribió De lo eterno en el hombre (1921) justificando su conversión y después un estudio de la sociología del conocimiento, Die Wissensformen und die Gesellschaft (Formas de conocimiento y sociedad, 1926).
Rechazó el catolicismo y desarrolló una filosofía, basada en la ciencia, en la que todo conocimiento abstracto y valores religiosos son considerados sublimaciones de los instintos básicos humanos, que expone en su último libro, El puesto del hombre en el cosmos (1928).
En sus últimas obras Scheler se había alejado de la orientación más estrictamente filosófica, vinculada en particular a Husserl, en favor de un campo de investigación más amplio, inclinado a los problemas de la civilización y la sociedad modernas; en tales estudios procuró conciliar los principios de su especulación filosófica con las exigencias y necesidades propias del hombre contemporáneo formado a través de las diversas experiencias del progreso científico y de la guerra. Scheler falleció en la plenitud de su actividad de escritor y profesor, a los cincuenta y tres años, cuando ya su pensamiento había penetrado en una nueva fase de crítica y casi de oposición a sus precedentes actitudes, singularmente en el campo religioso, crisis debida en parte a la desorientación de la posguerra.
“Energía viva que puedes plantar en tu vida”.
Te invito a que leas la historia de nuestras Semillas tomando conciencia sobre lo que podrías hacer para trascender en el tiempo 1.
Semilla: Personaje que se convierte en efemérides por su legado 2.
Nota: El criterio que utilizo para seleccionar la semilla es basado en las energías activas en el Universo, para así agrandar el radio de acción que podemos alcanzar.
- Todo el mundo sin excepción tiene un alma. Esta esencia de luz es el común denominador que une la creación, el cosmos y la vida. Deberíamos darnos cuenta que en el fondo somos Luz en movimiento. Pero no somos conscientes de esa Luz, de nuestro origen y nos enredamos en los laberintos de la personalidad. La búsqueda espiritual es la búsqueda de nuestra conciencia, de nuestra divinidad interior. Como dice Rodolfo Llinas :
“La Información es una energía preexistente y fundamental a partir de la cual y con su complejificación se forma la conciencia en sus diferentes grados; la conciencia de orden superior sólo puede desarrollarse sobre la base de la conciencia primaria. Para que la conciencia se dé, es indispensable que la materia posea la Información capaz de entrar en sincronía con la de su medio ambiente.”
El autor es neurocientífico, director del departamento de fisiología y neurociencia de la escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York durante los últimos 26 años, Miembro de la Academia Francesa de la Ciencia, de la Academia de la Ciencia de los Estados Unidos y de la Real Academia Española de Medicina. Recuerda que la emocionalidad tendrá el protagonismo que tú le des.
La gente, embotados sus sentidos, se pierde lo mejor de la vida. O como decía José Ortega y Gasset: “Algunas personas enfocan su vida de modo que viven con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca lo conocen”. Sólo cierto ayuno permite despertar de este engaño colectivo, la locura del tener frente a la alegría del ser, que nos hace personas. ↩
- En términos de física cuántica cuando emulamos una acción, ésta se convierte poco a poco en realidad. Entonces, si todos lográramos conectar directamente con las acciones de nuestros ídolos de la historia seguramente cada día seremos mejores personas dando forma a las efemérides del futuro. ↩