Me doy el regalo del “Recordar” (Anamnesis) y “Revivir” (Mimesis)
La celebración de la Semana Santa no es coincidente en el tiempo. En ocasiones tiene lugar en marzo, otras en abril. Nunca antes del 21 de marzo, ni después del 23 de abril. Lo curioso es que siempre coincide con la Luna llena y en ocasiones incluso coincide con un eclipse de Luna, como del que pudimos disfrutar cerca del amanecer del Miércoles Santo.
- La ceniza procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor, del año anterior, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII. La fórmula de bendición hace relación a la condición pecadora de quienes la recibirán.
- La definición del Diccionario Histórico de la Lengua Española considera el carnaval como «el periodo de los tres días que preceden al Miércoles de Ceniza». Así, el carnaval se desarrolla en los días que preceden a la Cuaresma y como antesala a estas fiestas sacras y religiosas que comienzan después del miércoles de ceniza.
- El término religioso de Cuaresma proviene del latín «cuadragésima» y es en recuerdo de los cuarenta días de ayuno de Cristo en el desierto. De ahí que la Cuaresma dura seis semanas o cuarenta días. Comienza el Miércoles de Ceniza y concluye el Domingo de Ramos. La Semana Santa forma un ciclo especial.
- Que la palabra carnaval, tiene su origen en la palabra del latino medieval: «carnelevarium» que significa: quitar la carne, aludiendo a esta prohibición religiosa de comer carne durante la cuaresma. Tras el carnaval, llega el miércoles de ceniza, otra fecha con una arraigada tradición.
- Si alguna familia quería comer carne tenía que pedirle al sacerdote un «ticket» conforme, entonces comer carne el Miércoles de Ceniza no era pecado. La gente que le pedía este «ticket» tenía que darle un dinero al sacerdote.
- El carnaval es una fiesta popular, cuyos orígenes se remontan, según numerosos estudios de Etnología y folklore, a las fiestas romanas «Saturnales». Aunque, el carnaval es diferente según donde se celebre, ya que está unido a la tradición e idiosincrasia del lugar, comparte la misma idea: supresión de las reglas de la vida cotidiana, para dar rienda suelta a la imaginación.
- Otra rasgo del carnaval es la quema de Peleles que pervivió hasta los años cincuenta con la costumbre de la Quema del Judas, actualmente resucitada con la quema de Don Carnal. Estas costumbres se encuentran en el mundo Medieval y anteriormente en las costumbres del medio Oriente, sobre todo con los Acadios. Actualmente, en algunos lugares, al igual que en las Saturnales romanas, se elige a un rey entre los esclavos para que durante la duración de la fiesta, gobierne la ciudad.
Existen 11 prácticas carnavalescas apuntadas por Caro Baroja en su libro «El Carnaval». Entre todas ellas una de las más emblemáticas y que pervive hasta nuestros días es la costumbre de utilizar los cascarones de huevo rellenos de papelillos y romperlos en las cabezas de vecinos y amigos . Esta misma costumbre pervive en la tradición oral de varios cuentos maravillosos, como son : «La flor del lilola«, «La princesa encantada«, … Todos ellos conectan con el uso de cascarones de huevo como objeto mágico que permite desencantar o matar al ogro, en definitiva el abrirnos la puerta a otro mundo, el nacer a otra vida, el renacer en un mundo nuevo, que sería retomado en la tradición cristiana y medieval en el tema de la Cuaresma y del huevo de pascua del Domingo de Resurrección.
La Semana Santa llega a su fin con la celebración del Domingo de Resurrección o Día de Pascua, un día cargado de simbolismo y de tributo a la vida.
Hoy el huevo se une a las mesas para representar la -creación y la vida- sumándosele al tradicional cordero -símbolo de pureza. Éste constituye el signo la resurrección. La llegada de la Pascua suponía el levantamiento de la norma, y el fervor por los huevos se desataba, tanto en la cocina como en los regalos entre familiares, amigos y sirvientes. Suponía desquitarse de la penitencia impuesta durante cuarenta y seis días. Era el festín del huevo porque éste representaba el regocijo y la vuelta a la alegría.
Se piensa que el origen de la tradición de comer huevos al finalizar el invierno es una reminiscencia de la Edad de Hielo. Tras el duro invierno, y cuando apenas quedaban provisiones, con la llegada de la primavera volvían las aves desde el sur y empezaban a poner huevos, de los que se alimentaban los hombres hasta que podían volver a cazar con la llegada de mejores temperaturas.
Diversos pueblos han considerado el huevo como símbolo universal de la vida, relacionado con esta época de renacimiento primaveral.
El huevo de pascua participa en los ritos del Séder judío (pesaj), simboliza el duro corazón del faraón que no dejaba salir al pueblo hebreo. Posteriormente, los cristianos tomaron la idea del huevo como representante de la resurrección de Cristo.