A diario nos vemos rodeados de una increíble cantidad de mensajes, sobre todo considerando los llamados “nuevos medios” que interactúan con nuestra conciencia todos los días.
En el transcurso de las siguiente 24 horas recibirás comerciales de televisión y radio, vallas publicitarias, anuncios google y facebook, serán recomendados productos por Twitter, Facebook, Blogs, mensajes SMS y llamadas automatizadas, promotores y vendedores tratarán de convencerte en persona, las tiendas colocarán sus mostradores de formas psicológicamente diseñadas para que compres, o entrarás en centros comerciales construidos para esconder las salidas.
Si al final del día no has comprado nada, es un absoluto milagro y testimonio a la fuerza de la voluntad humana.
Es la nueva dictadura, la del mercadeo. Las mega-corporaciones tienen 70 años contratando a los mejores estadistas, neuro-científicos, psicólogos y psiquiatras para conseguir las mejores maneras de jugar con tus emociones para construir necesidades e impulsarte a comprar.
Muchas campañas además te retan, con frases claves como «no lo compres» «resiste la tentación», este es simplemente un método para despertar con mayor fuerza el impulso y manipular tus sentidos.
¿Quieres devolverles el golpe?
Deja tus tarjetas en la casa y no lleves más efectivo del estrictamente necesario.
Recomendaciones:
– No te dejes atrapar por la contradicción.
– Piensa las cosas antes de decirlas, pero no te las quedes.
– No compres nada hoy que no sea estrictamente necesario.
Antídotos
– By-pass la energía de sugestión.
– Ve la película Seducción a la carta.
Seducción a la carta, (Simplemente Irresistible, Simply Irresistible 1999) dirigida por Mark Tarlov y escrita por Judith Roberts. Una comedia ligera entretenida y amena.
Sinopsis:
Bartlett, en compañía de su Novia, es llevado hasta La Cruz del Sur, y ahí se rencuentra con Amanda en el restorán, ella les ofrece el menú del humilde sitio y Tom ordena el plato prometido por Amanda, pero su novia dudando del talento de Amanda pide pollo a la parrilla.
Amanda prepara el plato de la chica con una franca actitud hostil, atacando el pobre filete de pollo y el plato de Bartlett pensando en él y cuanto le gusta, como consecuencia el plato de la chica es picante y la altera poniéndola agresiva y exageradamente honesta por lo que empieza una guerra de platos con Tom quien extasiado con su plato la ignora y excusa concentrándose en Amanda.
Entremos a la cocina con Amanda y participemos en la cuidadosa preparación de finos platos y deliciosos manjares, utilizando la magia de su dedicación y sus emociones aderezándolos con energías positivas en Seducción a la carta.