Hoy termina su fase retrógrada el planeta Saturno.
Así como hemos comentado mucho los períodos retrógrados de Mercurio, también debemos darle la importancia a la retrogradación de Saturno, quien tiene efectos menos visibles en nuestro moderno mundo mercurial, pero sus impactos son reales y profundos.
Muchos astrólogos dan connotaciones “negativas” o “maléficas” a Saturno, porque éste planeta le gusta enseñar las lecciones de la forma más difícil: nos deja estrellarnos solos y conseguir nuestro propio camino… es un método traumático, pero efectivo y bajo ningún concepto “malo”.
También le asignan este adjetivo porque la energía de Saturno es de estabilidad y prosperidad a través de la consistencia: No le gustan las cosas nuevas y se resiste a ellas. Esto tampoco es negativo, es tan sólo un intento de garantizar el bienestar colectivo con técnicas demostradas y “no arreglar lo que no está roto”.
Regularmente, el cambio de dirección de Saturno significaría que es momento de llevar las cosas a la solidez y al mundo de lo concreto, pero con la actual oposición contra Júpiter y Urano, es más bien un indicio que la “vieja escuela”, hasta ahora tolerante de las nuevas corrientes ideológicas, reactivara su resistencia y luchara por mantener el status quo.
Sin embargo, Saturno Directo implica que algunas lecciones difíciles que teníamos que recibir sobre nuestro mundo interno están por terminar, y eso nos dejara más fuertes y mejor equipados para el futuro, preparados para asumir los retos de éste nuevo ciclo y protagonizando los cambios que se avecinan sin perder nuestra identidad ni sentido de pertenencia.
Recomendaciones
- Haz cosas innovadoras.
- Proyecta el camino que vas a recorrer durante los próximos 10 años.
- Si tu comida está un poco más picante de lo usual por favor no la rechaces.
Antídotos
- Mezcla los ingredientes de la semana en Cocinando con los Dioses.
- Ve la Película “El Ultimo Samurái”.
Sinopsis:
Huyendo de las batallas en Norteamérica, contra los indios y de secesión, El Capitán Nathan Algren (Tom Cruise) ha llegado al Japón.
El ecléctico Japón del joven Emperador Emperor Meiji (Shichinosuke Nakamura), es un país influenciado más por consejeros interesados en el enriquecimiento personal que en el nacional, entre ellos el infame Omura (Masato Harada).
Katsumoto (Ken Watanabe) es un maestro samurái y antiguo consejero del Emperador, él ha decidido ir contra el movimiento modernizador, que considera corrupto y negativo para el país y la gente que ama.
Contra los samuráis que en el pasado dedicaron sus vidas a servir al Emperador es que ha sido enviado el Capitán, pues aunque los tradicionales guerreros japoneses pelean con espadas y arcos, sus principios los convierten en enemigos peligrosos.
Un moderno ejército con cañones, carabinas y ametralladoras encabezan la nueva fuerza militar y se ha enviado a Algren, un experto en el combate, a entrenar y dirigir esta tropa contra los antiguos guerreros.
Fascinado por la cultura samurái y vapuleado por la inestable política nipona, el Capitan Algren es conminado a ir sobre “el enemigo”, el ejército samurái. Que gana la escaramuza por muchos factores y detiene a Algren en el hecho. Pese a ser capturado el Capitán se defiende con valentía y fiereza, matando a un samurái. Katsumoto admirado por su valor decide retenerlo vivo.
Enfrentado a la mujer de aquel samurái que mató en combate, Algren empieza a aprender la lengua japonesa para poder expresarle su arrepentimiento. Así empieza a comprender a esa gente, sus motivaciones y su modo de vida, encontrando allí la paz interior para olvidar sus penas.
El Capitán descubre que Katsumoto es un ser culto, abierto, admirable y de principios. Logra adiestrarse en la espada (Katana) demostrando la destreza en el Kendō. Taka la esposa del samurái, acepta el arrepentimiento ofrecido por Algren pues cree que tanto su fallecido marido como el solo cumplían con su deber. Algren cambia su opinión radicalmente y acaba por unirse a los samurái en su lucha.
Acompañenos a ver como Algren aprende a golpes que la cultura que desprecia tiene lo que él requiere alcanzar, la paz.
Y como una cultura milenaria corrompida por lo moderno, un guerrero moderno esgrimiendo armas del pasado, una antigua tradición que se niega a ceder, un influenciado emperador que retoma el camino, la guerra, las nuevas costumbres contra tradición, el eclecticismo, y los vaivenes de los fenómenos políticos y sociales en un Japón del siglo XIX son síntomas del Nuevo Orden que se avecina. En esta película ganadora de 15 premios y merecedora de 39 nominaciones.