Cor Caroli, la estrella más brillante en Canes Venatici, está en el este al caer la noche, no lejos de la Gran cacerola. El nombre de la estrella significa «el corazón de Carlos». Edmund Halley, el astrónomo británico real, la nombró en honor al Rey Carlos II.
Cor Caroli
Hace siglos, cuando los astrónomos dependían de las arcas reales para su manutención, solían nombrar algo en el cielo en honor de sus mecenas. Galileo dio a los montes de Júpiter nombres en honor de la familia Medici, por ejemplo. Otros astrónomos no siguieron su ejemplo, y nombraron las lunas en honor del propio Galileo.
Uno de los nombres reales que se ha mantenido es Cor Caroli: el «corazón de Carlos.» Edmund Halley lo bautizó en honor del rey Carlos Segundo. Es la estrella más brillante de la constelación Canes Venatici, que está alta en el este esta tarde.
Sin ayudas ópticas, la estrella es modesta. Pero los telescopios revelan una hermosa vista: Cor Caroli es en realidad DOS estrellas, unidas por sus fuerzas de gravedad mutuas.
La más brillante y más pesada de las dos estrellas es extraña. Su campo magnético es muchas veces más fuerte que el del Sol. Y contiene un porcentaje más alto de elementos pesados, como hierro, que el campo magnético arrastra a la superficie. Es más, los elementos pesados están distribuidos de manera desigual por la superficie de Cor Caroli, así que los astrónomos perciben concentraciones de elementos diferentes debido a la rotación de la estrella.
Busque este «corazón» magnético y regio alto en el este a primera hora de la tarde, y casi directamente en lo alto más tarde.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba…es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.