El Mito de la vía Láctea

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Via lactea - Observatorio

Via lactea - ObservatorioLa Vía Láctea del verano está ascendiendo a buena vista. Forma un banda borrosa bastante baja en el cielo oriental a mediados de la noche y se arquea alta por encima de la cabeza a primeras horas de la mañana. Ascenderá más alto cada noche, haciéndose más prominente conforme asciende.

Durante cualquier noche de verano, con un cielo despejado de nubes, en algún lugar alejado de las intensas luces de pueblos y ciudades, podemos ver una banda de luz de estrellas que parece esfumarse pero que se arquea sobre nuestras cabezas.

Hace muchos siglos, los observadores del cielo nocturno pusieron a esta banda de luz el nombre de Vía Láctea.

Irónicamente, hasta el siglo XX el hombre no se dio cuenta de que la Vía Láctea es nuestro hogar en el Universo. Es el resultado de la luz combinada de millones de estrellas lejanas que forman el disco de nuestra Galaxia.

El Sistema Solar es parte de la galaxia Vía Láctea, y por esa razón vemos la banda de luz alrededor de nosotros.

La mitología griega explicaba la formación de la Vía Láctea como la leche de Hera derramada en el cielo cuando amamantaba a Hércules.

Teorías modernas consideran que nuestra Galaxia todavía está formándose por la interacción con otras galaxias enanas que orbitan a su alrededor.

La Vía Láctea es una galaxia espiral. Si pudiéramos alejarnos muchísimo de la Tierra y el Sistema Solar hasta llegar a salir del disco de la Vía Láctea y nos volviéramos a echar un vistazo, nuestra Galaxia parecería una rueda; tendría un aspecto similar a la Galaxia M100 (a 10 millones de años luz de distancia) tal y como la vemos desde la Tierra.

También veríamos enormes cadenas de estrellas, conocidas como brazos espirales, que se enrollan alrededor de un voluminoso bulbo esférico, también formado principalmente de estrellas, en el centro.

El Mito de La Formación de la Vía Láctea

Se cree que fue Hera, la esposa de Zeus el dios de dioses, la que dio origen a la Vía Láctea, nuestra galaxia.

Zeus era muy aventurero y le gustaba mucho tener diferentes mujeres, por lo que nunca le guardó fidelidad a su mujer. En una de estas aventuras, Zeus se unió con Alcmena en ausencia de su marido. El dios se hizo pasar por el ausente, y como la mujer le gustaba mucho decidió estar con ella en una noche que durara mucho, por lo que por orden de él, el sol no salió cuando tenía que haberlo hecho.

Después el esposo de Alcmena, Anfitrión, regresó y se unió a ella. De ambas uniones Alcmena quedó embarazada. El hijo de Zeus fue Heracles (Hercules en la tradición latina) y el hijo de Anfitrión fue Ificles.

Heracles fue desde su concepción, el favorito de Zeus a lo cual Hera respondió con ira y celos, pues no soportaba la idea de que el hijo de otra mujer fuera tan querido para su divino esposo.

Así, la diosa decidió complicar el nacimiento de Heracles quien se quedó 10 meses dentro del vientre de su madre. Y además ella es la responsable de que el héroe tuviera que sufrir los Doce Trabajos y cuando era un bebé de ocho meses, Hera le envió dos terribles serpientes para asesinarlo, sin embrago el niño supo defenderse sin problemas.

Ahora bien, existía la condición de que Heracles sólo sería inmortal si mamaba de Hera y esto no iba a ocurrir con el consentimiento de la diosa.

Sobre esta historia existen dos versiones. Primero, se cree que Hermes, el mensajero de los dioses, llevó al niño a donde Hera mientras ella dormía y lo puso en su seno para que mamara la leche divina. Cuando Hera se despertó y descubrió a Heracles en su pecho lo retiró bruscamente y la leche siguió manando, se esparció por el universo y formó la Vía Láctea.

La otra versión indica que Hera iba con Atenea paseando por el campo cuando vieron al niño descansando en la hierba. Atenea convenció a la diosa de que lo amamantara, pues era muy hermoso. Hera accedió, pero pronto Heracles chupó la leche con tal violencia que hirió a la diosa. Hera lo apartó de su seno vigorosamente y la leche siguió fluyendo hasta que formó la Vía Láctea.

Nota: Esta información sólo es válida para el Hemisferio Norte.

¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.

Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado  nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.

Fuentes: radiouniverso.org, solonosotras.com, profesorenlinea.cl

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