La primavera llega al hemisferio norte hoy, pero las estrellas más prominentes del círculo se mantienen en buena vista. Ellas forman un gran círculo conocido como el Círculo de invierno, el cual está en el cuadrante suroeste del cielo a mediados de la noche.
El Hexágono invernal es una figura Astronómica (o seudoconstelación) con forma de hexágono imaginario, visible durante el invierno en el hemisferio norte. En ocasiones, es denominado como círculo de invierno.
Sus vértices se corresponderían con Rigel, Aldebarán, Capella, Pólux/Cástor, Procyon y Sirio (Cástor y Pólux están muy cerca una de la otra (sólo unos grados).
En la mayor parte de la Tierra (excepto la Isla Sur de Nueva Zelanda y el extremo sur de Chile y Argentina y la Antártida) esta figura es perfectamente visible en el cielo desde diciembre hasta marzo. En los trópicos y el hemisferio sur (en éste último llamada «hexágono de verano») puede ser considerada como formada por la brillante estrella Canopus, más al sur, en lugar de Sirio.
El Triángulo invernal, más pequeño pero más definido (de acuerdo a su nombre) y por lo tanto más fácil de localizar, es aproximadamente equilátero y comparte dos vértices con el hexágono (Sirio y Procyon). El tercer vértice es Betelgeuse. Estas tres estrellas están entre las diez estrellas más brillantes vistas desde la Tierra, siendo Sirio la más brillante. Betelgeuse es también fácil de localizar, pues es el hombro de Orión, una vez localizado el triángulo el hexágono es más fácil de divisar.
Las estrellas del hexágono forman parte de seis constelaciones. En el sentido del reloj alrededor del hexágono, comenzando con Sirio, veremos a Canis Major, Canis Minor, Géminis, Auriga, Tauro y Orión. Así, un observador que localice Orión puede ubicar el triángulo y el hexágono para ubicar así las otras cinco constelaciones.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes: radiouniverso.org, es.wikipedia.org
Imagen: es.wikipedia.org