Kochab o Kocab es la estrella beta de la constelación de la Osa Menor (Beta Ursae Minoris). Es una gigante naranja K4 situada a 129 años luz de la Tierra.
Su nombre proviene del árabe الكوكب (al-kaukab o al-kokab, «La Estrella»). El nombre completo que los antiguos astrónomos árabes daban a esta estrella era «Al Kaukab al Shamaliyy», que significa «La Estrella del Norte», puesto que en su tiempo era la estrella más cercana al norte celeste.
Estrella Polar
Fue usada como Estrella Polar en el hemisferio Norte aproximadamente entre los años 1500 a. C. y 500 d. C. En las obras de Homero se hace referencia a esta estrella para situar el polo norte celeste, situándolo a dos tercios de camino entre Polaris, la actual Estrella Polar, y Kochab.
En la antigüedad era utilizada para redecir las las horas como si fuese un reloj cósmico, por así decirlo; durante siglos marinos y navegantes utilizaban este método, para delimitar los turnos de las guardias nocturnas más que todo.
Para efectuar ese cálculo, la técnica más popular consistía en fijarse en la posición de Kochab, la segunda estrella más brillante de la Osa Menor, constelación en cuyo otro extremo está situada la Estrella Polar. Como esta última está situada en la actualidad casi exactamente en el Norte y permanece inmóvil durante la noche a pesar del giro aparente del firmamento, la línea imaginaria que une Kochab con la Estrella Polar es una suerte de manecilla que durante la noche avanza en sentido Norte-Oeste-Sur-Este (es decir, en sentido contrario al de las agujas del reloj).
Ahora bien, para calcular la hora en un día cualquiera es preciso saber en qué lugar del cielo está Kochab a comienzo de la noche -posición que cambia a lo largo del año-, para a partir de esa posición calcular un giro de 15º por cada hora transcurrida (recordemos que en las 24 horas del día la estrella tiene que dar un giro completo de 360º).
La posición aproximada de Kochab a lo largo del año a las 10 de la noche (hora española, es decir, sin hacer ajustes en razón del adelanto de la hora oficial respecto a la solar) es la que representa el gráfico adjunto. Como puede observarse, a principios de la estación veraniega la manecilla Polar-Kochab está a esa hora casi vertical; a principios del otoño está aproximadamente horizontal, mirando hacia el Oeste; a comienzos del invierno, vertical hacia abajo; y a principios de la primavera, horizontal hacia el Este.
A medida que avanza el verano la posición de partida de Kochab se va desplazando 1º cada día, de forma que en estos días de agosto a las 10 de la noche está ya (¡por desgracia!) más cerca de la horizontal del otoño que de la vertical del verano.
En el siglo XIII, un gran pensador y científico mallorquín, Ramón Llull, ideó un instrumento -el «nocturlabio» (véase gráfico)- para hacer más preciso el cálculo del ángulo recorrido por Kochab y, en consecuencia, de la hora nocturna. La reproducción del instrumento procede del artículo «La Sphaera Horarum Noctis», del científico y erudito barcelonés Eduard Farré i Olivé.
Colón y otros marinos de épocas pretéritas llamaban «Guardas» a Kochab y a la otra estrella brillante de la Osa Menor -la más alejada de la Polar-, porque sus movimientos marcaban el ritmo de las guardias nocturnas en los barcos.
Como expone el historiador y navegante José Luis Comellas en su magnífico (y agotado) libro «El cielo de Colón», para describir las diferentes posiciones de Kochab en el firmamento los marinos imaginaban la figura de un hombre (el «hombre del Norte») con el corazón o centro situado en la Estrella Polar (véase gráfico). Esa imaginaria figura permitía describir la posición de Kochab en los siguientes términos:
1- Las Guardas en la cabeza
2- Las Guardas en el hombro izquierdo
3- Las Guardas en el brazo izquierdo
4- Las Guardas debajo del brazo izquierdo
5- Las Guardas en los pies
6- Las Guardas debajo del brazo derecho
7- Las Guardas en el brazo derecho
8- Las Guardas en el hombro derecho
Nota: Esta información sólo es válida para el Hemisferio Norte.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes: radiouniverso.org, wikipedia.org, expansion.com
Imagen: spd.fotolog.com