Eridanus, el río, serpentea a través del cielo nocturno durante esta época del año. La constelación cubre una gran sección del cielo del suroeste. Los antiguos egipcios consideraban a este patrón de estrellas una versión celeste del Nilo.
Eridanus
Un río de luz tenue serpentea a través del cielo nocturno de este mes. Es Eridanus – una colección de estrellas que serpentea a través de una gran parte del cielo del suroeste.
Muchas culturas han identificado este patrón de estrellas como un río. Los antiguos egipcios consideraban una versión celestial del Nilo, mientras que otros pensaban de estas estrellas como el Éufrates.
Eridanus empieza cerca de Rigel, la estrella más brillante en la constelación de Orión al lado. Justo al noroeste de Rigel, usted verá una estrella moderadamente brillante conocida como Cursa – «taburete de Orión.» Está a unos 80 años luz de distancia.
A partir de ahí, el río celestial fluye generalmente hacia el sur y el oeste. Hay un pico corto hacia el noroeste cerca del extremo de la constelación. En la época clásica, Eridanus terminó aquí, en una estrella llamada Acamar, un nombre que significa «río de la final». Más tarde, sin embargo, la constelación se estiró un poco hacia el suroeste. Hoy en día, que termina con la estrella Achernar – un nombre que también significa final del río.
Sólo unos pocos espectadores en los Estados Unidos pueden ver Achernar, que es la estrella más brillante de la constelación. Se encuentra justo por encima del horizonte del sur alrededor de las 7 en punto. Sin embargo, usted necesita estar en el sur de Florida, Hawai, o los puntos del sur de verlo.
Pero la mayoría de Eridanus es visible a través de los Estados Unidos. Fluye a través del sur en la tarde, que esta noche se coloca por debajo de la Luna.
Una de las estrellas de Eridanus podría ser un lugar para buscar vida.
Nota: Esta información sólo es válida para el Hemisferio Norte.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes: radiouniverso.org ; stardate.org
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