Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Esta semana esa estela o “semilla del día” fue sembrada por…
Las Saturnales, en conmemoración de aquel tiempo mítico de la bucólica Edad de Oro en la que reinaba Saturno.
“La esencia de la Semilla no está en la festividad como tal, sino en el tributo que se le rinde al Dios Saturno que fue desvirtuado por el humano”.
En su honor se suspendían las sesiones del Senado, se cerraban los tribunales, se daba vacaciones a los escolares, se aplazaban ejecuciones y se liberaba a presos, se permitían los juegos de azar, se celebraban banquetes públicos, etc. La costumbre de bromas e inversiones propia de estas Saturnalias se sigue manteniendo en la llamada Fiesta de los Inocentes cristiana (28 de Diciembre). El 26 de diciembre se producía la fiesta helénica de Las Dionisíacas, con procesiones fálicas, mascaradas nocturnas, danzas enloquecidas, orgías báquicas, etc. El mes culminaba con la noche de las Strenas, cuando se celebraba el fin del año solar con enorme bullicio y fuegos.
Las saturnales, como tantas otras fiestas romanas de la antigüedad, estaban fuertemente vinculadas al ritmo del trabajo agrícola. En ella se conmemoraba la alianza con los dioses, y se añoraba la época en la que todos vivíamos en el “Paraíso” a comienzos de la humanidad, cuando bajo el mandato de Saturno manaban leche y miel de las fuentes y no había señores ni había esclavos y nadie tenía que trabajar para ganarse su pan.
La fiesta preferida por los romanos era las saturnales, que empezaban el 17 de diciembre y terminaban con el “natalicio del Sol invicto” (Natalis solis invicti) el 25 de diciembre. Entre los años 325 y 350, líderes astutos de la Iglesia de Roma decidieron que el 25 de diciembre sería un día excelente para celebrar el cumpleaños del ‘Sol de la justicia’. Así se originó la Navidad.
A la luz de velas y antorchas, se celebraba el fin del período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo periodo de luz, o nacimiento del Sol Invictus, coincidiendo con la entrada del Sol en el signo de Capricornio (solsticio de Invierno). Probablemente las saturnales fueran la fiesta de la finalización de los trabajos del campo, celebrada tras la conclusión de la siembra de invierno, cuando el ritmo de las estaciones dejaba a toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tiempo para descansar del esfuerzo cotidiano.
“Energía viva que puedes plantar en tu vida”.
Te invito a que leas la historia de nuestras Semillas tomando conciencia sobre lo que podrías hacer para trascender en el tiempo 1.
Saturno: el Dios de la agricultura
Consagración del templo de Saturno
Semilla: Personaje que se convierte en efemérides por su legado 2.
Nota: El criterio que utilizo para seleccionar la semilla es basado en las energías activas en el Universo, para así agrandar el radio de acción que podemos alcanzar.
- Todo el mundo sin excepción tiene un alma. Esta esencia de luz es el común denominador que une la creación, el cosmos y la vida. Deberíamos darnos cuenta que en el fondo somos Luz en movimiento. Pero no somos conscientes de esa Luz, de nuestro origen y nos enredamos en los laberintos de la personalidad. La búsqueda espiritual es la búsqueda de nuestra conciencia, de nuestra divinidad interior. Como dice Rodolfo Llinas :
“La Información es una energía preexistente y fundamental a partir de la cual y con su complejificación se forma la conciencia en sus diferentes grados; la conciencia de orden superior sólo puede desarrollarse sobre la base de la conciencia primaria. Para que la conciencia se dé, es indispensable que la materia posea la Información capaz de entrar en sincronía con la de su medio ambiente.”
El autor es neurocientífico, director del departamento de fisiología y neurociencia de la escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York durante los últimos 26 años, Miembro de la Academia Francesa de la Ciencia, de la Academia de la Ciencia de los Estados Unidos y de la Real Academia Española de Medicina. Recuerda que la emocionalidad tendrá el protagonismo que tú le des.
La gente, embotados sus sentidos, se pierde lo mejor de la vida. O como decía José Ortega y Gasset: “Algunas personas enfocan su vida de modo que viven con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca lo conocen”. Sólo cierto ayuno permite despertar de este engaño colectivo, la locura del tener frente a la alegría del ser, que nos hace personas. ↩
- En términos de física cuántica cuando emulamos una acción, ésta se convierte poco a poco en realidad. Entonces, si todos lográramos conectar directamente con las acciones de nuestros ídolos de la historia seguramente cada día seremos mejores personas dando forma a las efemérides del futuro. ↩