Activa la energía multidimensional, puedes experimentarla a través de la gravedad sensorial, para hacerlo debes separarte del objeto o del sujeto a observar. Mientras más localizada es una realidad más atrapados estamos en ella, solo cuando observamos el tablero completo es que tenemos mayor lucidez y mayor libertad de decisión (libre albedrío) de lo contrario es como jugar ajedrez desde uno de los cuadrantes siendo solo una ficha, el libre albedrío nos permite ser un jugador externo, lo importante es la perspectiva y en ningún momento la perspectiva impide protagonizar nuestras prioridades.
Imagina una pacífica laguna, escondida en un valle, con agua perfectamente tranquila, reflejando las hojas de otoño que caen de majestuosos arboles a tu alrededor.
La pura imagen habla de naturaleza, el agua se ve perfecta y plateada, la imagen de serenidad.
Si profundizamos un poco en la laguna, bajando justo debajo de la superficie del agua, nos daremos cuenta que ya las cosas no son tan placidas como parecían: Nos encontraríamos con un ecosistema abundante de especies en la lucha por la supervivencia de los más aptos.
Si bajamos un poco más aún, nos encontraríamos con las especies que andan en el fondo del lago, que a simple vista parece una superficie sólida sobre la cual andar… pero, con una inspección más detallada nos daremos cuenta que el suelo es fango, la materia descompuesta de cientos de animales y plantas han generado un nuevo ecosistema bacteriano, donde un nuevo nivel de conflicto existe por evolución, adaptación y supervivencia.
Son mundos, dentro de mundos, dentro de mundos… ahora la laguna placida puede ser vista con otra óptica, una superficie que a pesar de sugerir serenidad, oculta conflicto. Muchas veces la psique humana opera de la misma manera, una capa exterior que proyecta una imagen (ego) que en realidad no representa la realidad: Que en el fondo todos tenemos conflictos internos.
Hoy, el Sol (identidad) está en conflicto con Neptuno (la profundidad, la psiquis), emitiendo energías que resuenan a nivel del fango en el fondo de nuestro subconsciente, revolviendo las aguas placenteras para despertar reacciones poco esperadas y cosas que pensamos olvidadas… en días como hoy es importante no sólo reconocer este efecto dentro de nosotros mismos, es también crucial poder identificar esta energía en quienes nos rodean e incluso en lo que nos rodea, para verdaderamente entender que debajo de una aparente calma, existe un torbellino de emociones.