Más fácil aun de creer cuando entiendes que el ritmo hiperquinetico de “Especialistas instantáneos” es tan solo un fenómeno moderno, que hombres como Nostradamus dedicaron su vida entera al estudio de la profecía, a la cual se dedicaban sin desviación alguna por décadas constantes y consistentes.
Lo implausibles es que nosotros, con la mente llena de preocupaciones, si acaso 10 minutos de calma al día y un paso frenético que hubiese matado a nuestros ancestros de stress, logremos obtener alguna claridad sobre el futuro. Sin embargo actuamos como si el futuro estuviese completamente claro.
Nos basamos mayormente en suposiciones, traumas pasados o miedos de consecuencias negativas para realizar afirmaciones completamente aventuradas del futuro que nos depara, “Pre-molestándote” con personas que aún no te han hecho daño o “Pre-ocupándote” de situaciones que aún no son realidad.
Hoy, están dadas las condiciones energéticas para poder conseguir un poco más de seriedad sobre nuestra visión de futuro, pero tan solo si entiendes que el futuro solo es visible para el que tenga la mente tranquila y lo pueda ver sin los prejuicios del pasado, es un instante que puede ser verdaderamente catalizado solo a través de preparación y profunda concentración.
Si esa no es una condición que puedes explotar por tu realidad personal, entiende entonces que la realidad es aquella que vives en el presente, y que tan solo a través de contemplar los hechos y nos las palabras, viendo sin el lente ofuscado del miedo, podrás tomar las riendas de tu vida.
Tienes dos alternativas:
- Dedicar tu día a limpiar tu mente, concentrar tu voluntad y buscar a través de la meditación visualizar tu futuro.
- Olvidar tus pre-conceptos del futuro y tomar las cosas tal como son, identificando tu realidad para vivir el presente con protagonismo.
El lugar que ocupas en la vida es donde voluntariamente te encuentras.
No te dejes arrastrar por las circunstancias (ser efecto), al contrario se quien las arrastra a ellas, aprende a cabalgar tus sueños (ser causa).
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