Esta ha sido una semana llena de eventos: el solsticio de Verano, el día de San Juan Bautista, la entrada de Júpiter en el signo de Cáncer y la retrogradación de Mercurio.
Y por si fuera poco hoy Venus cambia de signo exaltando la estimulación sensorial y dándole Luz verde a la creatividad en su máxima expresión.
No te dejes arrastrar por las circunstancias… Hoy es un día en el que el mundo recuerda a alguien que supo exaltar su mundo sensorial dejándonos un legado de grandeza nuestra semilla de hoy….
Era una niña con mucha vitalidad y buena salud. Con una personalidad muy sociable, podía decir unas cuantas palabras. A temprana edad la fiebre la apartó del mundo. Es como si, después de haberla encerrado en una oscura prisión, hubiera arrojado la llave a un precipicio.
Hellen no se desanimaba fácilmente. Pronto comenzó a explorar el mundo usando sus otros sentidos. Seguía a su madre sujetándose a su ropa. Tocaba y olía todas las cosas que estaban alrededor de ella y sentía las manos de otras personas para «ver» lo que estaban haciendo e imitaba sus movimientos. Era capaz de hacer algunos trabajos como ordeñar las vacas o dar forma con sus manos a la masa.
Hellen aprendía y reconocía a las personas palpando sus caras y sus ropas. También podía decir en qué lugar del jardín se encontraba, olfateando las diferentes plantas.
“La oscuridad y el silencio en lugar de apartarme del resto del mundo y encerrarme en mí misma, abren sus puertas, muy hospitalariamente, a las incontables sensaciones que me distraen e informan, amonestan y divierten. Con mis tres fieles guías, el tacto, el olfato y el gusto, realizo infinidad de incursiones en la región limítrofe de la experiencia y visible desde la ciudad de la luz.
Cuando aprendí el significado del «yo» y el «mi» me enteré de que yo era «algo» y comencé a pensar. El hombre se busca y estudia a sí mismo, y a su debido tiempo encuentra su grado de extensión y el verdadero significado para sí del universo”.
