Día de Ritual, la tradición demanda protagonismo, es muy importante No conectar con el valor de las cosas si no con su esencia.
El sábado es el día en que experimentamos el vacío. Es un día de meditación y silencio. Algo parecido a la escena que nos describe el libro de Job, cuando los amigos que fueron a visitarlo, al ver su estado, se quedaron mudos, atónitos ante su inmenso dolor: “se sentaron en el suelo junto a él, durante siete días y siete noches.
Y ninguno le dijo una palabra, porque veían que el dolor era muy grande” (Job. 2, 13). El sábado está en el corazón mismo del Triduo Pascual. Entre la muerte del viernes y la resurrección del Domingo nos detenemos en el sepulcro. Un día puente, pero con personalidad. Son tres aspectos – no tanto momentos cronológicos – de un mismo y único misterio, el misterio de la Pascua de Jesús: muerto, sepultado, resucitado.
Vigilia Pascual
La celebración es el sábado por la noche, es una Vigilia en honor del Señor, según una antiquísima tradición (Ex. 12, 42), de manera que los fieles, siguiendo la exhortación del Evangelio (Lc. 12, 35 ss), tengan encendidas las lámparas como los que aguardan a su Señor cuando vuelva, para que, al llegar, los encuentre en vela y los haga sentar a su mesa.
La Vigilia Pascual se desarrolla en este orden:
Breve Lucernario: Se bendice el fuego. Se prepara el cirio en el cual el sacerdote con un punzón traza una cruz. Luego marca en la parte superior la letra Alfa y en la inferior omega, entre los brazos de la cruz marca las cifras del año en curso. A continuación se anuncia el Pregón Pascual.
Liturgia de la Palabra: En ella la Iglesia confiada en la Palabra y la promesa del Señor, media las maravillas que desde los comienzos realizó Dios con su pueblo.
Liturgia Bautismal: Se llama a los catecúmenos, quienes son presentados ante el pueblo por sus padrinos: si son niños serán llevados por sus padres y padrinos. Se hace la renovación de los compromisos bautismales.
Liturgia de la Eucaristía: Al acercarse ya el día de la Resurrección, la Iglesia es invitada a participar en el banquete eucarístico, que por su Muerte y Resurrección, el Señor preparó para su pueblo. En él participan por primera vez los neófitos. Toda la celebración de la Vigilia pascual se realiza durante la noche, de tal manera que no se vaya a comenzar antes de iniciarse la noche, o se termine la aurora del Domingo. La Misa, aunque se celebre antes de la media noche, es la Misa Pascual del Domingo de Resurrección. Los que participan en esta misa, pueden volver a comulgar en la segunda Misa de Pascua. El sacerdote y los ministros se revisten de blanco para Misa. Prepárense cirios para todos los que participan en la Vigilia.
Ritual del Sábado de Gloria:
1. Compartir los alimentos en familia, sigue la “Vigilia Pascual”.
2. Escuchar música sacra y Cantos Gregorianos.
3. Compartir la vigilia en familia, lee el Especial de “La otra historia de Jesús”.
4. Hoy es un día para DESPERTAR.
La idea es tener una Macro-Visión de lo que conocemos como realidad. Aprendiendo a tener convicción y a utilizar la deducción (regalo maravilloso que todos poseemos).
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