Jacques Cousteau, un defensor de la vida submarina

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Jacques Cousteau

Jacques Cousteau“Probablemente se ha hecho más daño a la Tierra en el siglo XX que en toda la historia anterior de la humanidad”. Jacques Cousteau

Cada día hay en el Universo una estela dejada por la acción de otros seres humanos que al igual que nosotros buscaban la excelencia. Hoy esa  estela o  “semilla del día” fue sembrada por…

Jacques Cousteau, fue el precursor del buceo SCUBA y una de las primeras personas en defender el ambiente marino de la contaminación, apasionado por encontrar y describir todas las especies que habitan los mares del globo terráqueo.

Jacques Cousteau también era un fotógrafo subacuático, y fue el primero en popularizar las videofilmaciones submarinas. Las filmaciones de sus exploraciones con el barco «Calypso» han sido emitidas por televisión durante años en todo el mundo.

El oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau, conocido por ser un gran divulgador científico, inventor y promotor ambiental, inició una cruzada ecológica ante diversos foros internacionales. Su propósito consistía en llamar la atención sobre los peligros a los que se enfrentarían las futuras generaciones ante el deterioro de nuestro planeta.

La preocupación del Comandante Cousteau le llevó a publicar en 1979 un documento que tituló “Carta de Derechos de las Generaciones Futuras” (“A Bill of Rights for Future Generations”) . Este documento contiene una serie de principios encaminados a la protección de los derechos de las futuras generaciones.

Como nos refiere el mismo Cousteau, el documento fue elaborado por la sociedad que lleva su nombre, con la ayuda de los profesores de Columbia E. Allan Farnsworth, reconocido jurista estadounidense; Gabriel H. Nahas, médico de profesión; y el filósofo H. Standish Thayer, a quien el City College de Nueva York reconoció como profesor emérito. Con base en el trabajo producido por este pequeño grupo de profesionales de las más diversas ciencias, Cousteau pretendía que la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras fuera adoptada por la AGNU. Para lograr dicho fin, la Sociedad Cousteau recabó millones de firmas para respaldar la presentación del proyecto ante dicha organízacion en octubre de 1994.

Si bien es cierto que el intento de Cousteau de establecer una Carta de Derechos de las Generaciones Futuras no estaba fundamentado sobre una base jurídica sólida, es importante mencionar que en el año en que publicó el documento ya existían una serie de instrumentos internacionales que hacían mención a la protección de las futuras generaciones.

Las necesidades e intereses de las generaciones futuras ya se mencionaban además en diversos instrumentos normativos, entre ellos la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, cuya adopción en 1972, marcó un hito para el desarrollo del tema. La intención de abordar esta cuestión en dicho tratado internacional obedecía, entre otras cosas, al deseo de salvaguardar el patrimonio cultural mundial a fin de que pudiera transmitirse intacto a las generaciones futuras.

Podemos añadir que la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras del “Capitán Planeta” tenía un giro eminentemente ambientalista y desde su primer artículo declaraba que nuestros sucesores tienen derecho a un planeta no contaminado y libre de daños. La solidaridad intergeneracional está plasmada en el artículo segundo del proyecto de Cousteau, en el cual se señala que cada generación tiene el deber de prevenir daños irreversibles e irreparables a la vida en la Tierra, así como a la vida y dignidad humana.

Del tercer artículo de la Carta bien podría decirse que es un antecedente del principio precautorio en materia ambiental, ya que enfatiza que cada generación debe vigilar y evaluar los impactos desfavorables que las alteraciones y modificaciones tecnológicas pueden tener en la vida en la Tierra, el balance de la naturaleza y la evolución humana.

El deseo de Cousteau, consistente en la adopción de la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras por la Asamblea General de las Naciones Unidas, no se cumplió. No obstante, la UNESCO prestó mayor atención a las demandas de Cousteau y para responder a ellas, en 1994, patrocinó una Reunión de Expertos organizada por el Instituto Triconental de la Democracia Parlamentaria y de los Derechos Humanos de la Universidad de La Laguna sobre los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras.

El 26 de febrero de ese año, la Reunión de Expertos, en la que participaron el Equipo Cousteau y un gran número de expertos de todo el mundo, culminó sus trabajos con la Declaración de los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras o Declaración de La Laguna.

Imagen: www.medidaglobal.com

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