Enraizándonos.

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Yuca2Hoy en Cocinando con los Dioses continúo recomendando comer Raíces para impedir la manipulación presente en el Universo (enfrentamiento Lilith con  Mercurio y la Luna). El secreto está en CENTRARNOS o ENRAIZARNOS.

Las raíces son típicas de la cocina pobre de antaño, algunas de las que utilizamos son verdaderamente sabrosas, además digestivas y depurativas, nos facilitan el trabajo de los riñones, hígado e intestino favoreciendo así la actividad de desintoxicación del organismo.

La abundancia de plantas de este tipo fue señalada y destacada por los primeros tratadistas sobre costas de Indias. Cerca de 1590 sintetizaban sus opiniones sobre el particular, sosteniendo que aunque el Viejo Mundo era más rico en frutales y hortalizas, «en raíces y comidas debajo de la tierra paréceme que es mayor la abundancia de allá,» hay tantas, que no sabré contarlas» (Acosta, 1954). Cobo es del mismo sentir, pues dice que los amerindios «no tenían granos, ni semillas ni carne; pero sí infinitas diferencias de raíces» (Cobo, 1890). A pesar de esto, los europeos que vinieron a América, comedores primordiales de granos (trigo y menestras), sólo impulsados por la necesidad entraron en el consumo de raíces americanas.

Sin embargo para ellos era «comida de indios», y participaban en cierto modo del desprecio de que a éstos se les hizo objeto. Andando el tiempo, sin embargo, la papa, la yuca y la batata se convirtieron en salvadoras de otros pueblos, y se volvieron imprescindibles. Pero aquél desprecio inicial debió reflejarse en otras raíces y tubérculos cuyo cultivo se ha ido restringiendo, hasta el punto de que poco se ha avanzado en el conocimiento de ellas, y aun la identificación de varias que eran ampliamente usadas por algunos grupos indígenas, es confusa hoy día.

Come durante el día… Remolachas, zanahorias, nabos, rábanos, yuca, batata.

Caramañolas

carimañolasIngredientes:
2 lbs. de yuca buena
1 lb. de pollo, carne o queso
1 cebolla mediana
1 ají grande
2 dientes de ajo
1 yema de huevo
1 tomate mediano
4 cdas. de salsa de tomate
Aceite de girasol
Sal y picante al gusto.

Preparación:
Pela la yuca y córtala en trozos grandes. Déjala hervir en agua con sal hasta que esté suave; escúrrela y muélela caliente.

Agrega la yema, amasa bien y haz bolas del tamaño que desees. Hazle un hueco y rellena con carne, pollo o queso desmenuzado.

Cierra el hueco y saca una punta en ambos extremos. Sumerge en aceite caliente hasta que estén de color dorado claro; se sirven calientes.

Fuentes Consultadas: directoalpaladar.com; lablaa.org; arecetas.com
Foto: cocinamyleidy.blogspot.com

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