El experto no augura apenas posibilidades para lo que iba a ser ‘el cometa de siglo’ ya que «prácticamente está confirmado que las altas temperaturas fragmentaron el núcleo y lo que ahora mismo estamos viendo son los restos de la cola que poco a poco se expanden y su brillo disminuye», explica.
Todos los investigadores tenían puestas sus esperanzas en este objeto ya que podría haber ayudado a analizar la materia de los inicios de nuestro Sistema Solar, además de que iba a poder verse a simple vista, sobre todo en los amaneceres a principios de diciembre si lograba sobrevivir.
El experto del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Pablo Santos-Sanz, cuenta que «desgraciadamente el núcleo del cometa ISON no ha sobrevivido a su paso por el perihelio. En un principio pareció que sí había sobrevivido, pero en las últimas imágenes que tenemos se ve que lo único que ha sobrevivido son pequeños fragmentos del núcleo y las colas que tardarán algún día en desaparecer».
La NASA piensa que está vivo…
Desde la NASA aseguraban este sábado que el núcleo de ISON había logrado sobrevivir a su paso por el sol.
«Continuando una historia de sorprendente comportamiento, materia perteneciente al Cometa ISON ha aparecido en el otro lado del Sol, pese a no haber sido observado durante su aproximación», aseguró el Observatorio Solar de la NASA en su blog.
Los científicos llevaban debatiendo dos días después del paso de ISON cerca del Sol el pasado 28 de noviembre sobre si el polvo luminoso que se percibía en los telescopios simplemente se trataba de restos de su encuentro con el Sol o era el núcleo del cometa en su trayectoria de alejamiento del sistema solar.
«Parece que una parte del núcleo de ISON ha logrado atravesar la corona solar y volver a emerger», afirmó Karl Battams, uno de los científicos que ha seguido el recorrido del cometa.
ISON, visto por primera vez en septiembre de 2012 por astrónomos rusos, es un cometa especial que procede de la nube de Oort, una burbuja que rodea todo el Sistema Solar y que, se cree, está formada por los restos de la nebulosa que dio lugar al Sol y los planetas hace 4.600 millones de años.
El cometa, que lleva viajando desde hace al menos un millón de años, aumenta su velocidad a medida que se acerca al Sol, y se calcula que el momento de mayor velocidad sea de 1,3 millones de kilómetros (828.000 millas) por hora, justo cuando gire alrededor del Sol.
Nada más ser descubierto, ISON destacó por su enorme brillo, considerando la gran distancia que le separaba del Sol, y desde entonces astrónomos de todo el mundo esperaban divididos que el cometa pase su primera prueba de fuego: el perihelio, el momento en que se acercara más al Sol.
Aunque todavía no se puede confirmar que el cometa va a desintegrarse del todo, todo apunta a que no dará el gran espectáculo que se esperaba durante los días de este mes de diciembre.
Noticia cortesía de: http://www.teinteresa.es/ciencia/cometa-ISON-muriendo_0_1039696756.html