Antares, el brillante corazón de Escorpio, está bajo en el suroeste al caer la noche. La estrella es tan masiva que fundirá carbono, oxígeno, silicio, fierro, y otros elementos en su núcleo. Al final de su vida explotará, esparciendo esos elementos sobre vastas extensiones.
Delta Escorpii
Cuando salimos y hay un cielo oscuro, una de las primeras cosas que notamos de las estrellas es su titilar. El rápido cambio en brillo y color está causado por la atmósfera de la Tierra, que dobla y separa la luz estelar.
Pero una estrella puede «titilar por sí misma” lo que pasa es que eso lleva tiempo.
Un ejemplo es Delta Escorpii, una de las tres estrellas que representan la cabeza del escorpión. Está en el sur al anochecer, a la derecha del «corazón» de Escorpio, la brillante y anaranjada Antares.
Delta Escorpii es un sistema de, quizás cuatro estrellas. La más brillante de ellas es mucho más caliente, más brillante y de mayor masa que el Sol. Incluso a esa distancia, de unos 400 años luz, es bastante fácil de ver.
En la última década, el brillo de la estrella ha llegado a ser, a veces, el doble de lo normal.
Ello se debe a que Delta Escorpii gira en su eje casi cien veces más rápido que el Sol. Esta rotación de alta velocidad a veces lanza gas caliente al espacio. El gas forma un disco resplandeciente alrededor de la estrella, haciendo que parezca mucho más brillante. Con el tiempo, el disco se enfría y se desvanece, pero, después, otra erupción hace que vuelva a brillar. Por eso, Delta Escorpii produce sus propios «guiños» de los que no tardan segundos, sino meses o años.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes consultadas: universoonline.org.
Foto: dl-digital.com
