La pequeña pero bella constelación de Delfinus, el delfín, se desliza a través del cielo durante las noches de verano. Usted necesitará cielos oscuros para verlo. El delfín se dirige hacia el este al caer la noche, ligeramente debajo de la línea entre las brillantes estrellas Deneb y Altair. Asciende alto por encima de la cabeza más tarde, nadando junto el débil brillo de la Vía Láctea.
Delfinus
Una de las constelaciones más pequeñas pero más graciosas se encuentra en el este esta tarde, deslizándose por la Vía Láctea. Aunque es pequeña, con un cielo relativamente oscuro es fácil de ver, debajo del brillante Triángulo de Verano.
La constelación es Delfinus, el delfín. Con un poco de imaginación, es posible ver este pequeño grupo de estrellas como un delfín. Su nariz apunta hacia la izquierda, y su estrella más brillante, como una aleta, encima del lomo arqueado.
Esa estrella, y la segunda estrella más brillante del delfín recibieron sus nombres un tanto subrepticiamente.
Los nombres son Sualocin y Rotanev, y aparecieron por primera vez en un catálogo estelar publicado por el Observatorio de Palermo, en 1814. Los nombres no proceden de la mitología, como muchos otros. Y los astrónomos terminaron por darse cuenta de que si escribimos los nombres al revés, dicen Nicolaus Venator, la versión latinizada de Niccolo Cacciatore, el ayudante de dirección del observatorio. Como a nadie le pareció mal, los nombres se quedaron así, y así se encuentran todavía hoy en las guías.
Fuente: universoonline.org
Foto de: Moonmentum
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba…es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
