Mira, la «estrella maravilla», en la constelación de Cetus, está alta en el sur a mediados y tarde por la noche. Mira recibió su nombre porque hace algo maravilloso: aparece y desaparece periódicamente como resultado de una expansión y de una contracción rítmicas.
Mira es una gigante estrella roja situada a 420 años-luz de nuestro planeta. Este astro se expande y contrae aproximadamente cada 320 días, siendo en algunas temporadas invisible a ojo desnudo, mientras que en otras destaca como una estrella de segunda magnitud en el cielo. Durante su máximo, el cual tiene lugar estos días, el tamaño de la estrella se incrementa de tal modo que abarcaría todo nuestro sistema solar.
La razón de estas pulsaciones, según los astrónomos, se debería a la presencia de una fría atmósfera que se extendería hasta una distancia equivalente a la de la órbita del planeta Marte y que sufriría cambios periódicos. En los momentos del máximo, dicha atmósfera alcanzaría una luminosidad 10 000 veces superior a la de nuestro Sol. Esta es la más representativa de este tipo de estrellas, habiendo registradas actualmente más de 6000 estrellas de tipo Mira en el firmamento.
Para observar Mira sólo tiene que esperar a que se ponga el Sol. Durante las primeras horas de la noche, mirando en dirección Oeste, podrá ver el planeta Venus (el objeto más luminoso del cielo) y las constelaciones de Andrómeda, Piscis, Aries y la Ballena. En el centro de la constelación de la Ballena se encuentra la estrella Mira.
En el año 2007 cuando los astrónomos vieron en las imágenes lo que parecía ser un cometa con una gigantesca estela, pero lo que en realidad tenían delante era la estrella «Mira» con un rastro de 13 años de luz, una longitud que representa unas 20 mil veces la distancia media de Plutón al Sol.
Los responsables de la investigación coincidieron en señalar que «nunca se ha visto algo similar alrededor de una estrella».
Según las medidas llevadas a cabo por la NASA, la estela de «Mira», visible ahora por primera vez, se ha forjado durante 30 mil años o posiblemente más.
Y es que la estela de «Mira» desprende en su trayecto carbono, oxígeno y otros importantes elementos necesarios para que surjan nuevas estrellas, planetas y «posiblemente incluso vida», según uno de los expertos de la agencia espacial estadounidense.
Para los investigadores, «es simplemente increíble descubrir una característica tan importante de un objeto que se conoce y ha sido estudiado desde hace 400 años».
«Mira», del latín «maravilloso», es una estrella variable de la Constelación de la Ballena que descubrió el astrónomo alemán David Fabricuis en 1596 y se mueve a gran velocidad, a 130 kilómetros por segundo, «inusualmente más rápido» que otras gigantes rojos, explicó Martin.
Junto a «Mira», pero a mucha distancia, viaja un compañero pequeño, del que se cree que es una estrella enana blanca. La pareja, también conocida como «Mira A» (el gigante rojo) y «Mira B», gira lentamente en la Constelación Ballena a 350 años luz.
Fuente: Observatorio McDonald, NASA.
¿Cuántas veces usted se detiene a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerde el axioma que dice “Como es arriba…es abajo”…
El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
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