Un arco de luz y color en el firmamento

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observatorio 1

observatorio 1La lluvia de meteoros líridas está en su mejor momento durante el próximo par de noches, con su cúspide de quizá una docena de meteoros por hora. Mañana  hay luna nueva, lo cual proporciona condiciones perfectas para ver la lluvia.

Cuatro planetas forman un arco a través del cielo conforme el crepúsculo comienza a llegar justo ahora. Los brillantes Venus y Júpiter resplandecen en el oeste, con Venus, el cual brilla más y está más alto en el cielo. El rojizo Marte está alto en el sureste, con el dorado Saturno apenas ascendiendo hacia el cielo en el este.

Venus:

Venus era una importante diosa romana relacionada principalmente con el amor, la belleza y la fertilidad, que desempeñaba un papel crucial en muchas fiestas y mitos religiosos romanos. Desde el siglo III a. C., la creciente helenización de las clases altas romanas la identificó como equivalente de la diosa griega Afrodita. De esta forma Venus fue la esposa de Vulcano. Virgilio, como halago a su patrón Augusto y al gens Julia hizo a Venus, a quien Julio César adoptó como su protectora, ancestro del pueblo romano a través de su legendario fundador Eneas y su hijo Iulus.

Jupiter:

Júpiter (en latín Iuppiter), también llamado Jove (Iovis), es el dios principal de la mitología romana, padre de dioses y de hombres (pater deorum et hominum).

Hijo de Saturno y Ops, fue la deidad suprema de la tríada capitolina, integrada además por su hermana y esposa, Juno, y su hija, Minerva. Sus atributos son el águila, el rayo, y el cetro. Su equivalente en la mitología griega es Zeus.

El culto a Júpiter, de probable origen sabino, fue introducido en Roma por Numa Pompilio. En el mayor templo romano, construido en su honor en la colina Capitolina, fue venerado como Iuppiter Optimus Maximus (‘Júpiter, el mejor y más grande’), protector de la Ciudad y del Estado romano, de quien emanan la autoridad, las leyes y el orden social. Cicerón le llama numen praestantissimae mentis, «la sobrecogedora presencia de una mente suprema».

Marte:

Marte, en latín Mārs, era el dios de la guerra, hijo de Júpiter en forma de flor y de Juno. Se le representaba como a un guerrero con armadura y con un yelmo encrestado. El lobo y el pájaro carpintero eran sus símbolos. Tuvo dos hijos con Venus: Fuga y Timor (respectivamente Deimos y Fobos para los griegos).

El dios Marte proviene del Ares griego de Tracia, donde su culto no estaba muy difundido, y no tenía repercusiones morales o sociales. Ya existía, en cambio, esta deidad en Atenas, donde tenía un templo en el Areópago (en griego, ‘colina de Ares’).

Antes de la guerra se le ofrecían sacrificios, y aparecía en las batallas acompañado por la diosa guerrera Belona (cuyo nombre deriva del arcaico itálico Duellona), una divinidad originalmente sabina, de nombre Nerio, que por otra vía fue más tarde identificada con Minerva. Llevaba un casco, un escudo, una lanza y una antorcha, por lo que también se identificó erróneamente con la diosa Enio, divinidad griega de la guerra, hija de la hermana gemela de Ares, Eris diosa de la discordia.

Saturno:

Saturno (en latín Saturnus) era un importante dios de la agricultura y la cosecha. Fue identificado en la antigüedad con el Titán griego Crono, entremezclándose con frecuencia los mitos de ambos.

Saturno era el más joven y cruel de los hijos de Urano y Gea. Khronos, (el tiempo) para la mitología griega. Tras haber matado a su padre, Cronos se apropió del cielo y se casó con su hermana, Rea (Cibeles). Tras derrocar a su padre, Saturno obtuvo de su hermano mayor Titán el favor de reinar en su lugar. Titán puso una condición: que Saturno debía matar a toda su descendencia, y así, la realeza volvería a caer con el tiempo en manos de los Titanes

Nota: Esta información sólo es válida para el Hemisferio Norte.

¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.

Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado  nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.

Fuentes: radiouniverso.org, es.wikipedia.org, calamb.wordpress.com
Imagen: observatorio.info

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