A lo largo de los años, abrir las puertas de las casas, escribir los deseos del nuevo año y preparar una sustanciosa cena en familia se ha hecho parte de un ritual que nos une en un mismo espíritu, creando lo que se denomina masa crítica.
Esta misma tradición reza que el 21 de diciembre de cada año llega a la tierra -producto del fenómeno cósmico conocido como Solsticio de Invierno- el Espíritu de la Navidad, con la misión de traer a la tierra todo lo que deseamos. Durante el Solsticio de Invierno las noches son más largas, por lo que en la antigüedad se acostumbraba a colocar velas en la corteza de los árboles. Es incluso así como nacen los famosos árboles de navidad.
Esta es -quizás- una de las celebraciones más antiguas. Hay registros que lo primero que el hombre veneró en el cielo fueron los astros, esos puntos de luz que de acuerdo a su posición marcaban las estaciones y con ellas los momentos más importantes para la vida, como la siembra, la cosecha o la migración. Aunque muchos católicos se han manifestado contra esta fiesta, se sabe que tiene grandes coincidencias con la celebración cristiana, porque el nacimiento del niño Dios es una alusión al comienzo de un nuevo ciclo solar, a la llegada de un nuevo tiempo de vida. Jesús es lo que para otras culturas es el Sol -el astro rey- que recién nace y con su juventud irradia las energías de la oportunidad que renace en cada uno de nosotros.
¿Coincidencia o Causalidad?
El 21 de diciembre es el día 355 del año, a la 1:13 pm, coincide con el valor aproximado de 355/113 3,141593, haciendo de este día el ultimo día de aproximación “pi” en el año. Aprovecha esta fuerza para vibrar con las leyes universales.
La coexistencia de todas estas energías generan un enorme poder de manifestación, que es lo mismo que llevar tus pensamientos de la mente a la realidad. Pero si te dejas atrapar por la trampa de la sensorialidad y aturdir tus sentidos con comida y placer no podrás utilizar esta gran fuerza activa.
¡Date el regalo de ser portador del cambio y de la apertura!
Manifiesta y co-crea a través del Ritual del Espíritu de la Navidad
Todo ritual verdadero es una forma ordenada de representar ideas, pensamientos y energías que a través del rito se transmiten, conservan y mantienen vivos. Permitiendo a los que participan de la ceremonia la posibilidad de ordenarse intelectualmente y sobre todo, la de experimentar el influjo espiritual que este ordenamiento simbólico y sagrado otorga a los que son capaces de abrir su corazón y recibirlo.
1. Despierta antes que salga el sol (6:05 am en Venezuela).
2. Estírate en tu cama antes de levantarte, presencia la luz solar o levántate con el Sol (6:13am en Venezuela).
3. Saluda al Sol, envuelve en luz y sanación tu hogar, tu ciudad, tu país, el planeta y vibra con esa energía.
4. Después salúdate a ti mismo, date los buenos días frente a un espejo con la mejor de tus sonrisas.
5. Antes de cepillarte los dientes, toma una infusión de conchas de mandarina, canela en rama y endulzado con miel.
6. Báñate y exfolia tu piel con una mezcla de miel y canela. Esto te ayudará a expandir el alcance de tus feromonas, sácate la mezcla sólo con agua. No coloques perfume después del baño y espera que se seque en tu cuerpo (no uses toalla).
7. Haz un ejercicio de Manifestación:
a. Visualiza algo que desees traer a la realidad.
b. Imagina cómo se ve, cómo huele, cómo se siente al tacto y cómo suena.
c. Mantén la imagen en tu mente hasta la 1:13 pm.
d. A la 1:13 pm (Hora Pi), dibuja lo que creaste en tu mente, mientras lo haces respira diafragmáticamente, recordando el mágico momento de tu saludo al sol.
e. Ese papel lo colocarás debajo de tu colchón con una hoja de laurel. El laurel sustituye al elemento fuego.
8. Durante el día disfruta de los alimentos y las bebidas con moderación.
9. Para sellar el ritual riega el jardín o practica jardinería, estimulando tus sentidos con el olor a tierra mojada. En el caso de que no tengas jardín agarra una maceta y planta una semilla.
Feliz día del “Espíritu de la Navidad”… ¡Siente su energía!