El enfrentamiento de Plutón y Lilith pronostica fuertes debates y soluciones radicales en lo político, económico y/o lo emocional, esto junto a compulsión, manipulación, juego de poder, control, frenesí y estrés repercuten en el Status quo y nos llevan a un nuevo orden mundial, todos elementos presentes en una película con la magistral presentación, Orson Wells que nos lleva a pensar en:
El Shock Del Futur (Future Shock 1972) dirigida por Alexander Grasshoff.
Un obra de Orson Welles, basada en el libro de Alvin Toffler. Welles en varios lugares nos habla de distintas cosas con la intención de hacernos pensar seriamente en si todo vale la pena.
Un científico hablando de colores y luego ver a personas caminar con las caras pintadas de azul y rojo. Música que suena como un taller de reparaciones. Dos hombres casándose a pesar de que el matrimonio gay no era legal en el momento. Un segmento que nos muestra que no somos tan distintos de las ratas en cuanto a preferencias. Un hombre tomando una pastilla y luego dándose un «choque» a sí mismo y luego uno su esposa mientras aún está en cama para prevenir una depresión. Protestas, adultos jóvenes viviendo en grupo, y la multiplicación del rostro de Welles – en la pantalla – mientras habla de la clonación.
Toffler se aparece casi al final para decir que hay que controlar la tecnología hasta que aprendamos a manejar las consecuencias de lo que hacemos con ella.
Esta película produjo un cambio radical en la vida de Toffler. El libro alcanzó un éxito de ventas inesperado que convirtió a su autor en toda una personalidad.
Hagamos reflexión y catarsis con las ideas presentadas en esta película/documental que nos guia por realidades que cambian nuestro estilo de vida.
