“Tu cuerpo, los recuerdos y las emociones son tu hogar, en tu mente está la herramienta para recrear el futuro”.
Gabriela Fuenmayor
Para nadie es un secreto que nuestras acciones y reacciones sean positivas o negativas vienen arraigadas en lo que vivimos en nuestra etapa inicial de crecimiento, convirtiéndose en problemas emocionales no resueltos en nosotros mismos y que lamentablemente vivimos traspasando de generación en generación.
Todos estos sentimientos negativos dan como consecuencia tristezas, desgano, problemas económicos, fobias, traumas emocionales, baja autoestima, enfermedades, etc.
Muestra de esto lo podemos ver a diario cuando nos interesamos por el bienestar de algún compañero y conseguimos como respuesta un “más o menos”, “me siento mal” o “estoy mal”. Escudándose en su estado de ánimo para evadir responsabilidades o sus propias culpas.
A ti hombre, a ti mujer, a ti ser humano van mis palabras con la esperanza que sirvan de hilo destructor de procesos karmáticos que van de generación en generación. Porque la verdadera esencia de la vida se vive en nuestros hogares, en el ejemplo que les damos a nuestros niños. Saquemos la bandera de LIBERTAD que tanto necesitamos, porque somos fuente de vida.
La medicina occidental asegura que más de un 90% de las enfermedades físicas nacen en nuestra mente. Es decir que las enfermedades surgen en problemas emocionales que no resolvemos en su momento y se van ahondando con el tiempo.
Por otra parte la física cuántica está descubriendo que la Realidad que creamos se basa exclusivamente en aquello que pensamos y sentimos. En pocas palabras, si sentimos tristeza, desgano, ira, etc. todo lo que creamos en nuestro mundo material tendrá estas características.
Pero, ¿Qué mecanismos tienen los seres vivos para determinar si lo que han percibido es favorable para su supervivencia o no?
El psicólogo V.J. Wukmir (1967) planteó que tales mecanismos son las emociones. La emoción es una respuesta inmediata del organismo que le informa del grado de favorabilidad de un estímulo o situación. Si la situación le parece beneficiar su supervivencia, experimenta una emoción positiva (alegría, satisfacción, deseo, paz, etc.) y si no, experimenta una emoción negativa (tristeza, desilusión, pena, angustia, etc.).
Lo que quiero decir con todo esto es que el mundo perfecto inicia en ti, en que le des a tu mente y a tu cuerpo la fortaleza para co-crear un mundo mejor, porque si bien es cierto que el Universo es el retorno cíclico de lo eternamente igual, sólo tú tienes la posibilidad de reconocer tus fallas y dicirte a ti mismo tus errores para iniciar el CAMBIO que tanto necesitas.
El secreto está en aprender que la fortaleza viene de ti mismo, no esperes que un tercero te lo diga, o que un mal acontecimiento te impulse a cambiar, porque el momento es ahora, que tienes vida, lucidez y sobre todo TIEMPO.
No en vano se dice que “los pensamientos crean la realidad”, aunque pueda parecer difícil de comprender, pregúntate como llegó a tus manos el computador que usas, o el celular que tienes a un lado, sin duda viene de la –visión- de alguien más… Porque la imaginación no tiene límite, “los seres humanos nos hacemos de acciones y no de intenciones”.
Hace ya un año y medio conocí a la Astróloga Lourdes Méndez quien sembró en mi lo que es ir de la mano con las energías, la necesidad de vivir Presente con lo que ocurre a mi alrededor, y que es mi decisión cambiar lo que por ley “me tocó vivir”, y lo más importante aprendí que en la vida no tenemos que padecer las culpas de otros.
Debo confesar que antes de llegar a ella era una mujer sumamente emocional y pretendí justificarme diciendo “soy Cáncer” o “vivo una dura realidad” por ello tengo derecho a cambiar de estados de ánimo fácilmente y lo cierto es que no es así, ahora cada vez que siento inseguridad me reafirmo a mí misma “Soy un roble, yo puedo surgir” y siempre me repito las palabras de mi mentora “sigue adelante y que nada te detenga”.
Aprendí que la energía mental es una fuerza que todo lo puede. Hay miles de teorías que lo confirman, pues los pensamientos atraen energías que les son afines, multiplicándose. Este proceso hace que los pensamientos marquen la pauta de lo que ha de ser creado. Cuanto más intensas y claras sean tus emociones, antes se creará lo que tienes en mente.
No es casualidad que creer y crear sean palabras parecidas. Porque tú te encargas de hacer el prototipo en la mente y sin duda el Universo conspirará junto con tu acción para llevar tus sueños a un producto tangible.
Sin importar la religión que profeses, ni en qué teoría te apoyes, lo importante es que rescates tu verdadera esencia y utilices el poder de tu mente para recrear tu futuro.
Foto: lacomunidad.elpais.com