El reconocimiento de la necesidad de una concepción holística de la salud es vital en un día como hoy.
En este sentido, tal vez la lección que haya que aprender de modo definitivo y cabal es que “somos básicamente lo que pensamos”. El acto de pensar aumenta la oxigenación cerebral, a mayor oxigenación mejor capacidad metabólica.
Hoy es un excelente día para “Respirar a Vida”… Día Mundial de la Salud, celebración que crea “masa crítica”… Hoy por “Masa Crítica” debemos comer alimentos alegres.
Hay alimentos alegres y alimentos tristes, alimentos agresivos y alimentos relajantes.
Algunos de los Alimentos positivos o alegres son: la leche, el pollo, el plátano y los vegetales verdes.
La práctica de la respiración consciente estimula la actividad armoniosa y equilibrada de los dos hemisferios cerebrales.
¿En qué consiste la respiración?
Nuestra vida cotidiana está llena de expresiones relacionadas con este acto fisiológico aparentemente sencillo. Por ejemplo, habitualmente decimos, “me quedé sin aliento”, “tomate un respiro”, etc. incluso ensanchamos nuestros pulmones cuando contemplamos un paisaje hermoso. Todo esto nos demuestra, que respirar no sólo es inspirar aire. La respiración abarca todo: cuerpo, mente y alma. El budismo identifica la respiración con el alma y la tradición cristiana sostiene que Dios nos la insufló con su soplo de vida. En sánscrito (antigua lengua de los brahamanes del norte de la India), la palabra respirar significa, literalmente, Dios en nosotros.
En cambio los griegos clásicos ubicaban el alma en el diafragma. En cuanto al cuerpo y la mente, la respiración está presente en todos nuestros actos, pensamientos y sentimientos. Según nuestro estado de ánimo, como por ejemplo tristes o alegres, tranquilos o enojados, exigidos o relajados, la respiración siempre estará acorde a cada una de estas actitudes.
Quiere decir, que así como la respiración se ve influida por nuestros estados de ánimo, también podemos decir que una respiración controlada puede repercutir sobre el cuerpo, la mente y el alma. Existen diferentes métodos de respiración, pero todos tienen el mismo fin: respirar correctamente. Acaso, ¿respiramos correctamente? Poseemos esta técnica elemental desde el momento que nacemos, siendo en nosotros un reflejo que tiene la absoluta prioridad ante cualquiera de las funciones corporales….
La práctica de la respiración consciente induce:
- Producción de endorfinas — • estado de bienestar.
- Resistencia cutánea eléctrica — • disminución del estado de ansiedad.
- Producción de catecolaminas — • disminución del estado de estrés.
- Consumo de O² — • disminución de la oxidación celular.
- Actividad del sistema límbico — • mayor control de la emotividad.
- Actividad de la corteza cerebral — • mayor conocimiento y lucidez mental.
“Si nos es lícito confiar en el testimonio del lenguaje, fue el aire en movimiento lo que proporcionó el modelo de la espiritualidad, pues el espíritu toma prestado su nombre del soplo del viento (animus, spiritus; en hebreo: ruach, soplo). Ello implicaba el descubrimiento del alma como el principio espiritual en el individuo. La observación reencontró el aire en movimiento en la respiración del hombre, que cesaba con la muerte; todavía hoy el moribundo ‘espira su alma’. Así pues, se inauguraba para el ser humano el reino de los espíritus…” (Sigmund Freud, Moisés y la religión monoteísta, 1939a, págs. 110-111).
Semáforo
Luz Roja: al estrés, a la agresividad.
Luz Amarilla: a la manipulación.
Luz Verde: al “centro”, a la “respiración consciente”.
“Apuesta a ti… el Premio eres tú”
Lourdes Méndez