En un momento dado, el centro de Psicología Positiva decidió hacer un estudio sobre la felicidad, en busca del “hombre más feliz del mundo”.
Luego de cientos de miles de test psicológicos y años de búsqueda, finalmente el Dr. Seligman de la Universidad de Pensilvania lo encontró… y fue una verdadera sorpresa.
Luego de tanto tiempo y esfuerzo consiguieron a una persona cuyos niveles de plenitud, alegría, gusto de vivir, estaban todos fuera de escala… y era un hombre de 67 años, soltero, sin hijos, solo y dedicado a la compra/venta de acciones en la bolsa de valores.
Los resultados fueron una verdadera antítesis a todo lo que habían estudiado sobre el comportamiento social y la necesidad de transcendencia, así que decidieron invertir todos sus recursos en descubrir que es lo que hacía a este hombre tan feliz.
Resulta, que el paciente M (como lo llaman en el estudio clínico), tiene una capacidad incomparable de vivir en el presente, un estado que el Dr. Csikszentmihalyi llama “Fluencia” y que en la cultura oriental milenaria ha obtenido muchos otros nombres como el MuShin (mente sin mente).
Los resultados de estas prueban demuestran que la capacidad de entrega es un factor de alegría que impulsa al humano mucho más que los constructos sociales que nos rodean y que tan solo al vivir en el presente y disfrutar lo que hacemos es que podremos ser realmente felices.
Hoy, el Universo te ofrece una oportunidad de encontrar tu estado de fluencia, así que dedícate en el transcurso del día a buscar ese estado, detectar que tipo de actividades lo causan, y buscar repetirlo.
Recomendaciones
- Lee sobre el estado de fluencia.
- Hoy lleva una libreta contigo, y cuando vivas el estado de fluencia anota que lo causó, para poder repetir la experiencia en el futuro.
- Ayuda a tu prójimo y rinde honores a la Madre Teresa, quién nació un día como hoy.
- Vive el PRESENTE.
Antídotos
- Sol.
- Ve la película “Seis días, siete noches”.
Seis días, siete noches (Seis días y siete noches, Six Days Seven Nights 1998) dirigida por Ivan Reitman.
Robin Monroe (Anne Heche) editora de una revista femenina de Nueva York, está de vacaciones en una isla tropical con su novio, ella es el reportero más cercano a un suceso en una isla vecina y accede a cubrirlo a solicitud de su jefe.
El único avión disponible en la isla es pilotado por Quinn Harris (Harrison Ford) un bebedor muy desagradable. Pero ella no tiene elección y él necesita el dinero por lo que emprenden el vuelo. Sin embargo, la naturaleza alterará los planes de ambos cuando de forma inesperada se desate una fuerte tormenta que les obligará a bajar en una isla desconocida.
La avioneta se estrella en una isla deshabitada con pocas oportunidades de ser descubiertos… Con el avión destrozado, una radio que no funciona y sin paciencia para aguantarse el uno al otro, en la isla Robin y Quinn encontrarán mucho más que sol, arena y playa.
Comenzaran la agotadora y divertida aventura que no venía incluida en el folleto de vacaciones.
Disfruta y sonríe vendo a nuestros personajes encontrar el romance y la magia del amor en una paradisiaca isla llena de palmeras y sol viendo Seis días, siete noches.