Dejando la desidia para otro día.

A veces es difícil “hacer”, faltan las ganas  para dar el primer paso y una presión en el pecho te obliga a cambiar de ventana en el computador, pararte a tomar agua, o voltearte a conversar con un amigo. Este fenómeno se llama “procrastinar” y es el acto de diferir una tarea a pesar de que no existe ningún valor positivo en hacerlo.

La procrastinación es un fenómeno cada ves más común, recientes estudios han demostrado un crecimiento del 500% anual en “compras navideñas de último momento”, desde 1991 las escuelas de psicología han montado departamentos dedicados al exclusivamente al estudio de este fenómeno que tanto erosiona el autoestima y que tan difícil es de explicar científicamente.

Sin embargo, hay técnicas comprobadas para luchar contra la desidia, evitando procrastinar… como un conocedor íntimo y personal de la materia, puedo recomendar aquellas que uso yo mismo, pues cada mañana lucho con el impulso de quedarme en cama queriendo no hacer nada; en mi criterio, las técnicas más efectivas para trabajar cuando no te la gana son:

• Recompensas Inmediatas: La consecuencia de procrastinar es preferir una tarea sobre otra, un estudio realizado por PiersSteele (2007) demostró que esto ocurre porque el reforzamiento positivo (recompensa) de la tarea abandonada iba a ocurrir más lejos en el tiempo que la tarea preferida. Por ejemplo: Un reporte de gestión de 40 páginas es una tarea monumental que toda la junta directiva aplaudirá… dentro de 3 meses, en el ínterin, tienes 160 horas de trabajo que hacer sin reconocimiento alguno. La forma de evitar esto es fijar una meta corta que puedas lograr en poco tiempo.
  Ejemplo: Si debo escribir la primera página del reporte en 2 horas, me planteo una recompensa corta por lograr esa página. Como premio paso 30 minutos en mi sitio web favorito.

La idea es ir incrementando los tiempos y la magnitud de las recompensas, premiándote por tus logros.

• Objetivos diarios: Otra razón común para dejar las cosas es la falta de foco, hay tantas cosas que hacer que se pierden de vista y como tal vas brincando de una tarea a otra hasta que eventualmente ha pasado todo el día y no lograste nada, para evitar esto simplemente toma unos minutos para escribir en un sitio muy visible (yo uso la página principal de mi celular) tus objetivos del día. Plantea pocos, no más de 3 ó 5, y estructúralos de forma concreta, Ejemplo: Voy a revisar 3 hojas de datos para el balance fiscal.

Al final del día, tacha con gusto los objetivos que lograste y felicítate por haber logrado tu acometido.

Desidia Estructurada: Un motivo bastante frecuente es la aversión a una tarea, aquella que es tan grande y difícil que propicia una inmediata reacción negativa. La forma como manejo esta actitud es con una técnica llamada desidia estructurada, que consiste en buscar algo aún más grande y terrible poniéndolo de primero en la lista…  el resultado es que vas a procrastinar la tarea más difícil, haciendo la que estabas evadiendo. Ejemplo: En mi lista de tareas hay un reporte de gestión que me va a tomar dos días hacer, es una labor administrativa y no me gusta, entonces en mí lista de tareas agrego: Revisar expedientes de compra de todo el año.

Si no hago mi reporte de gestión, me toca revisar los expedientes, bajo esa amenaza de una tarea mucho más grande, prefiero atender mis reportes.

¡Tan sólo hazlo!

Por supuesto, todo este fenómeno es proveniente de un estado de “no hacer”, imagínate el día de mañana y lo maravilloso que será pensar en hoy, viendo todo lo que lograste al tan sólo dejar de pensar y comenzar a hacer.

¿Qué trucos usas tú para dar el primer paso?

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