Este artículo habla sobre la música, y sus maravillosos efectos sobre nuestra mente, en particular su capacidad de activar el pensamiento superior y el uso del razonamiento humano, calmando la parte de nuestro cerebro que quiere estar al mando en base al instinto de supervivencia.
Cada persona tiene su rutina que le ayuda a enfocarse al trabajo productivo. Para algunos es poner en orden su espacio o las carpetas que van a usar, otros meditan, se sirven una taza de café o té… Yo, escucho música.
La música es algo que siempre me ha fascinado, práctico guitarra desde mis 12 años, y los procesos que la mente utiliza para comprenderla son impactantes.
Las vibraciones en el aire causadas por la música viajan a miles de diminutos receptores en el espiral de nuestro oído interno, siendo cada uno de ellos capaz de disparar un impulso eléctrico a través de nervios que conectan directamente con nuestro cerebro1.
Pero la forma como nuestra mente re-ensambla los miles de pulsos enviados por el oído para entender una melodía, son todavía poco comprendidos por la ciencia.
El cerebro esta divido en dos hemisferios, el derecho es tradicionalmente relacionado con el arte y la apreciación musical, sin embargo, estudios en Neurociencia han demostrado que el entendimiento de la música surge de un diálogo entre ambas partes del cerebro.
Incluso, el Dr. Levitin en su libro “This Is Your Brain on Music” explica que cuando escuchamos una canción, nuestros oídos envían señales no sólo a la corteza auditiva, sino directamente al cerebelo, esa parte de nosotros que se encarga de regular los procesos automáticos del cuerpo (conocido también como parte reptiliana). El cerebelo al escuchar música se “sincroniza” con el ritmo, tratando de identificar los patrones de la canción y predecirlos.
Estudios realizados por el departamento de neurobiología en Harvard2 han demostrado que el entendimiento musical viene codificado a nuestro cerebro desde el período de gestación, probaron que fetos de 4 meses reaccionan negativamente cuando una canción termina en notas discordantes o desafinadas.
Resulta impresionante que los bebes nacen con sinestesia, esa condición particular donde se cruzan los sentidos, permitiéndonos saborear colores y ver sonidos.
Hoy en día, sabemos que la manera como aprendemos un idioma no es a través de la memorización de cada palabra y frase, sino con el entendimiento de las reglas del lenguaje y la posterior aplicación de esas reglas en diferentes contextos.
Científicos como Levitin afirman que la razón por la cual la música está codificada de manera biológica es porque tiene reglas mucho más simples que los demás lenguajes (Toda música en el planeta está estructurada en octavas y en base a las notas Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si) y que ésta nos sirve como una ayuda temprana para el entrenamiento en comprensión de patrones. Incluso, evidencia científica apunta que niños con estudio musical desarrollan mejor capacidad de resolver problemas.
El Dr. Tramo basó sus estudios en demostrar que la música y la danza se originaron como un paso previo al lenguaje, arqueólogos han conseguido flautas hechas de hueso en Europa del Este que tienen más de 50.000 años de edad.
La música es un excelente instrumento para despertar emociones y sentimientos, mientras que el lenguaje es mejor para expresar conceptos e ideas, es por esto que las películas tienen Soundtracks y las parejas tienen canciones favoritas, la música activa nuestras emociones y despierta las memorias que dieron origen a ellas.
Para reforzar ésta idea, el Dr. Paul McLean tiene una teoría que sugiere que nuestro cerebro está en dividido en 3: La formación reticular que controla los sensores, los hábitos y mantiene la operación normal del cuerpo, la región límbica que controla las emociones, glándulas y algunas memorias; y la corteza cerebral que se encarga de procesos de pensamiento.
La corteza cerebral es la que nos permite hacer obras de arte, crear sinfonías y descubrir el código genético humano, es la parte de nosotros que nos gusta llamar “humana”.
Sin embargo, el que se encarga de controlar quién está al mando es la región límbica. Las emociones positivas como el amor, cariño y humor facilitan el paso de la conciencia hacia la corteza cerebral, mientras que las emociones negativas como la ira, la hostilidad y el miedo activan inmediatamente los instintos de supervivencia, dándole el control a la formación reticular.
Zoltán Kodály asegura que “La música es la manifestación del espíritu humano. Sus grandes exponentes han transmitido a la humanidad cosas que son imposibles de decir en cualquier otro lenguaje. Si no queremos que estas cosas se conviertan en tesoros muertos, debemos hacer lo posible para que la mayor cantidad de personas entiendan éste idioma”.
Los efectos de la música sobre el cuerpo son notables y cada día descubrimos más sobre ellos, pero es apenas ahora que la ciencia está comenzando a tener un poco de entendimiento sobre sus efectos en la mente.
Si se detiene a escuchar, la música tiene el poder de despertar todas las emociones positivas que necesita para calmar su instinto base y darle acceso a su mente superior. Calmando al animal y despertando al humano.
1 http://www.news.harvard.edu/gazette/2001/03.22/04-music.html
2 http://www.news.harvard.edu/gazette/1997/11.13/HowYourBrainLis.html













este articulo me parece demasiado importante e innovador para la gente que este intereza hacia este tipo de articulo… deberia a
Hola Alex,
Me encanta este art