Seguimos con el especial para celebrar el día de Buda y el Plenilunio de Tauro, hace días comenté sobre la Cocina tibetana y como varían de una parte a otra del país según su condición climática, utilizando los alimentos como fuente de equilibrio y sobre todo como símbolo de felicidad y vida.
Para la cultura tibetana es muy importante balancear los alimentos que se ingieren con el tipo de clima en el que se encuentran, pues en el norte, más frío, se comen más cereales (mijo, trigo, avena, maíz y arroz que importan de China o India, ya que allí no hay), porque los cereales aportan una energía concentrada que calienta y ayuda a combatir las bajas temperaturas. En el sur, donde hace más calor, hay más verduras, que enfrían el cuerpo y aportan una energía más centrada.
La cocina tibetana es «muy natural, sana y ligera», no es picante y no incorpora apenas elementos extremos que nos hacen sentir muy extravertidos o pesados, como pueden ser las especies o las carnes, respectivamente. Por la altura tampoco disponen de demasiada fruta. Utilizan hierbas medicinales y abusan poco del cordero, el yak o la vaca, los animales de los que suelen alimentarse. La leche y sus derivados también forman parte de su dieta.
Debido al clima todo lo toman muy caliente, y el té tibetano (con leche, mantequilla y sal), lo toman casi hirviendo. Hacen tres comidas al día, pero de plato único, donde predominan los cereales y las verduras. No es una cocina vistosa por lo que respecta al color, pero sí muy sabrosa. Entre los productos que más recomienda esta cultura es el jengibre, porque aporta mucho calor al cuerpo, cura resfriados, va bien para el mal de frío y es muy beneficioso para el estómago.
La cocina del Tibet mantiene sus raíces, pero cada vez está más influenciada por la cocina china, de Nepal o de la India.
Receta del Té Tibetano
Te dulce: las cantidades pueden sufrir variación según gustos.
1 litro de agua
2 cucharadas de té negro.
Unas semillas de cardamomo.
Unos trocitos de jengibre.
7 cucharadas soperas de azúcar morena.
250 ml de leche.
Preparación: Se pone el agua a hervir, se le añade el té, el cardamomo y el jengibre y se lleva a hervir, luego se le añade la leche y el azúcar y cuando vuelva a hervir se retira. Listo para servir y que te aproveche.
Te con sal: ideal para el invierno.
1 litro Agua
2 cucharadas soperas Té negro
250 ml de Leche
Una cucharada pequeña de Sal
Una cucharada sopera mantequilla
Preparación: Se pone el agua, se le añade el té y se lleva a hervir, luego se le añade la leche y al calentarse un poco más, después de haber añadido la leche, se le incorpora la mantequilla y la sal, y con la batidora se bate unos segundos hasta lograr una pequeña espumosidad en la superficie.
Listo para servir.
Fuente consultada: acceso.com
Receta: david-terapiastibetanas.blogspot.com
Foto1:
Foto2: lahoradelte.com