Hoy despedimos el 2011 para darle paso a un nuevo año, las energías están favoreciendo el cambio de ciclo pues el día de hoy la Luna cambia de Piscis (Inframundo) a la energía de Aries (Conquista), mi consejo es que te deslastres de todo lo que te impide avanzar ahogando las limitaciones en las profundidades de Piscis y renazcas como el ave fénix… cargado de salud, amor y prosperidad.
Cuenta la historia que en este día lo romanos solían invitar a comer a los amigos y se regalaban ramos de laurel o de olivo procedentes del bosque sagrado de Strenia, la diosa de la salud, como augurio de fortuna y de felicidad. De aquí proceden los «strenae» romanos u obsequios de Año Nuevo que con el tiempo adoptaron la forma práctica y dulce de regalar o intercambiar jarros de miel con dátiles e higos con la frase: «Para que pase el sabor amargo de las cosas y que el año que empieza sea dulce». Los strenae romanos persisten en el verbo español estrenar.
Lee cómo celebran este día en otras regiones en el Especial de hoy y no olvides el Ritual para finalizar el año con buenas energías.
Los tres alimentos vitales:
Sólido: Siguiendo la tradición procura que no falten las aceitunas y el laurel en tus recetas, sean lentejas si eres de Italia, hallacas si eres venezolano, o en la sopa de fideos si eres de Japón…
Estos ingredientes según la sabiduría popular poseen una connotación sagrada, incrementan la fortuna y la fertilidad.
Líquido: Alza tu copa de vino o champagne con ambas manos para brindar por el año venidero, mientras lo haces visualiza y siente aquello que aspiras o sueñas para este nuevo año… Pero sobre todo agradece al Universo por todo lo que te otorgó en el 2011.
“En estos días debemos darnos cuenta que no es la felicidad la que nos hace ser agradecidos, sino la gratitud la que nos hace felices”.
Lourdes Méndez
Aire: en este día de celebración les recomiendo el siguiente ejercicio de respiración y visualización.
Piensa en una imagen agradable, una escena creada por ti mismo: una situación, un lugar. Cualquiera que te resulte muy agradable y relajante. Por ejemplo estar en una playa con el ruido del mar, o en un bosque… Tómate el tiempo que te haga falta para encontrar la imagen, después utilizarás la misma para relajarte en cualquier lugar. Deja que tu mente divague entre recuerdos y escenas hasta encontrar la imagen.
Ahora imagina claramente la escena mientras continúas repitiendo las palabras “quieto” y “tranquilo” con cada inspiración y expiración. Realiza las dos cosas a la vez, y nota el efecto doblemente calmante que su ejecución te produce.
Ahora trasládate dentro de esta imagen, siéntete parte de ella, hazla tan tuya como te sea posible, y suelta todas las tensiones.
Después, debes permanecer quieto durante unos minutos, y poco a poco abrir lentamente la conciencia a los sonidos de la habitación y a la sensación del cuerpo, y empezar a incorporarte lentamente, sin ningún movimiento brusco repentino.
