“Hachakyum, dios de los dioses, creó los cielos y las selvas. En el cielo sembró a las estrellas y en la selva plantó los grandes árboles. Las raíces de todas las cosas están agarradas de la mano. Cuando cortan a un árbol en la selva, una estrella cae del cielo”.
Sólido: Este día debemos comer Remolachas, ya que en ella está contenida la magia de la tierra.
Las remolachas poseen innumerables propiedades entre ellas destaca su capacidad para estimular el cerebro y eliminar las toxinas que en él se puedan acumular por lo que ayuda a mantener una buena salud mental y prevenir el envejecimiento precoz. Por su riqueza en hidratos de carbono es un alimento muy enérgico.
En 1.747, el científico alemán Andreas Marggraf demostró que los cristales de sabor dulce obtenidos del jugo de la remolacha eran iguales a los de la caña de azúcar. En 1.801, se construyó la primera fábrica de azúcar en Cunern, Baja Silesia. La incipiente industria azucarera basada en la remolacha tal vez no hubiera resistido la competencia con la caña de azúcar como materia prima si no hubiera sido por los bloqueos ingleses al continente europeo, lo que obligó a la búsqueda de nuevos recursos.
En 1.811, Napoleón mandó plantar 32.000 hectáreas de remolacha, contribuyendo de este modo al establecimiento de las fábricas. En pocos años se construyeron más de cuarenta fábricas de azúcar de remolacha, distribuidas desde el norte de Francia, Alemania, Austria, Rusia y Dinamarca.
Jugo 3 en 1
Rinde para 6 personas
Ingredientes
3 tazas de jugo de naranja fresco
3 zanahorias peladas
2 remolachas grandes peladas
2 tazas de agua
1 cda. de semillas de ajonjolí
3 cdas. de azúcar morena o edulcorante
Preparación
Lavar y picar las zanahorias y las remolachas. Licuarlas con el agua, las semillas de ajonjolí y el azúcar morena o edulcorante. Colar y unir con el jugo de naranja natural. Servir bien frío, adornado con una rebanada de zanahoria o remolacha cruda.
Aire: La importancia de respirar profundamente para la salud emocional y física es ignorada por muchos. Nosotros sabemos que la respiración es necesaria para la vida, que el oxígeno proporciona la energía para mover el organismo, pero no comprendemos que la respiración inadecuada reduce la vitalidad del organismo. Las quejas corrientes de cansancio y agotamiento generalmente no se atribuyen a una respiración pobre, sin embargo, la depresión o la fatiga son resultados directos de una respiración deprimida. La circulación en este caso está directamente afectada por la falta de oxígeno, y en los casos crónicos de respiración pobre, las arteriolas se estrechan y los valores de glóbulos rojos en la sangre disminuyen.
Respirar profundamente carga el cuerpo y literalmente le infunde vida: los ojos chispean, el tono muscular es bueno, la piel tiene un color luminoso, y el cuerpo es cálido. Todo esto pasa cuando una persona respira profundamente. ¿Qué esperas?
Practiquemos hoy la respiración abdominal para oxigenar la parte mas baja de nuestro abdomen y liberar las toxinas que se acumulan del diario vivir.
Aunque este ejercicio puede realizarse sentado, te resultará más cómodo y fácil hacerlo tumbado boca arriba. Asegúrate de estar cómodo para poder concentrarte en la respiración sin que nada te distraiga.
Cuando se inspira se llena de aire la parte baja de los pulmones, desplazando el diafragma hacia abajo y provocando que el vientre salga hacia fuera. Se nota porque el abdomen se hincha. Cierra los ojos. Coloca las manos son suavidad sobre la barriga. Concéntrate en esa zona del cuerpo.
El suave descenso del diafragma ocasiona un masaje suave, constante y eficaz de toda la masa abdominal. Poco a poco la parte baja de los pulmones se llena de aire. La inspiración debe ser lenta, cómoda y silenciosa. Si no nos escuchamos respirar, la respiración tendrá la lentitud deseada. El pecho no ha de moverse. Cuenta hasta cinco mientras respiras.
Durante la espiración abdominal el diafragma sube. Se nota porque la zona del estomago desciende. Exhala lentamente el aire y siente cómo la barriga se va aplanando. Cuenta hasta cinco mientras exhalas.
Al espirar, los pulmones se vacían y ocupan un lugar muy restringido. Es importante vaciar al máximo los pulmones y expulsar suavemente la mayor cantidad posible de aire. Después de haber vaciado a fondo los pulmones, la respiración exige ponerse en marcha otra vez. El vientre se relaja y comienza el proceso de nuevo. Durante el mismo es esencial inspirar y espirar por la nariz y mantener la musculatura abdominal relajada. Lo ideal es ejercitar la respiración diafragmática tumbado de espaldas, porque esta posición favorece la relajación de la musculatura abdominal.
Tanto al inspirar como al espirar se debe vivir conscientemente la entrada y salida del aire y los movimientos que se suceden en el diafragma. Se puede colocar una mano sobre el vientre, aproximadamente en el ombligo y poder así seguir el movimiento abdominal.
Fuentes consultadas: bio-expresionycreatividad.blogspot.com; aerobicystep.blogspot.com; parasaber.com