Hoy en Cocinando con los Dioses se recomienda alimentar la energía del Sol en su entrada a Acuario quien junto a Venus hace una alianza con Saturno. El alimento que contiene la energía de estas tres deidades es el CARACOL.
Su coraza (Saturno), su carne (Venus ) y su genética (Sol ) le hacen el alimento ideal para penetrar en la magia de lo oculto a simple vista.
En la Edad Media los caracoles eran consumidos frecuentemente, una de las razones era que «esta carne no rompía ni infringía la abstinencia cuaresmal». En esa época se comían los caracoles fritos con aceite y cebolla, en brochetas o hervidos. En algunos monasterios europeos llegó a ser un plato habitual.
Y si nos remontamos a épocas aún más antiguas, lo de comer caracoles, viene de tiempos antiguos. Los romanos los criaban ya, en huertos especiales, a los que llamaban “coclearia”. Sin embargo, el primer comedor de caracoles fue uno de nuestros antepasados de las cavernas, pues contra los que algunos creen, el hombre prehistórico se alimentaba en muchos casos de frutos silvestres, insectos y moluscos. Así en excavaciones prehistóricas es fácil encontrar restos de conchas de estos animales.
Hay diversas y variadas referencias a los caracoles en la bibliografía gastronómica antigua, siendo unas de las primeras alusiones, lo aparecido en el “Libro del arte de cocina” publicado en 1614 por Diego Granado en el que ya se daban detalladas instrucciones de cómo limpiar, purgar y conservar los caracoles así como prepararlos fritos y guisados.
Ya en el siglo XX en la mayoría de los libros publicados aparecen recetas de caracoles.
Hoy en día el consumo de caracoles es un plato típico asociado a ciertas festividades y plato de lujo en restaurantes especializados como los famosos «escargots», los caracoles de la cocina francesa.
En caso de resultarle difícil el consumo de caracoles por la posición geográfica en la que se encuentre, deguste unos exquisitos mejillones, y acompáñelos con su contorno preferido. Ellos también le ayudarán a conectar con las energías activas en el Universo.
Alimento Recomendado: Caracoles, mejillones.
Para tomar: Infusiones calientes.
Propiedades de los Alimentos:
El caracol es un alimento muy saludable dado su bajo aporte de calorías (100 gramos de carne de caracol aportan únicamente 60-80 calorías) y su baja composición de grasas, y, por contra, aporta proteínas y minerales: calcio, magnesio, manganeso, zinc, yodo, cobre y azufre.
Propiedades antioxidantes y regenerativas: Contrariamente a lo que se cree, la baba de caracol no tiene propiedad alguna que sea beneficiosa para los humanos. La principal función de la baba es facilitar el desplazamiento. Pero ante la amenaza de una agresión medioambiental como radiaciones o estrés mecánico, el caracol segrega una sustancia para proteger su cuerpo: ésta secreción es la que distintos estudios han demostrado que tiene propiedades antioxidantes y regenerativas.
Posee un índice calórico que indica que cada 100 gramos de carne de mejillón aporta a la dieta unas 60 calorías. Además aporta un elevado contenido en vitaminas A, B , C y P, así como calcio, magnesio y yodo. Por su bajo índice calórico, es ideal para aquellas personas que deseen llevar a cabo una dieta adelgazante sin renunciar a los placeres de la buena mesa. Al mejillón, también se le atribuyen cualidades afrodisíacas.
El Jengibre es el alimento perfecto, que le ayudará a apropiarse de las energías mientras aprovecha sus propiedades.
Se lo considera un alimento perfecto: tiene calcio, magnesio, manganeso, fósforo y potasio. Es un antiestamínico natural, y como mucho de los trastornos inflamatorios afectan a todo el organismo, se recomienda comerlo siempre que se pueda. Es expectorante, sudorífico y antidepresivo.
Infusiones de Jenjibre
Una cucharadita de jengibre recién rallado en una taza de agua hirviendo a la que se agrega una cucharada de miel y el jugo de medio limón.
Jengibre recién rayado, leche caliente y miel. Ayuda a conciliar el sueño de manera que hay que beberlo antes de ir a dormir.