El cuerpo humano es un sistema complejo que tiene la posibilidad de sincronizar con la energía de la tierra. Así mismo, cuando queremos sentirnos parte de ella utilizamos nuestros 5 sentidos, nos damos permiso a ver, a sentir, a olfatear, a oír y a saborear sus matices; sin embargo, en una reciente entrega hablábamos de siete porque la presencia y la intuición hacen de nuestro sistema un perfecto mecanismo en equilibrio, aunque ya hay documentados más de 64 sentidos.
Así lo explicó, en 1760, el filósofo Immanuel Kant quién expuso que nuestro conocimiento del mundo exterior depende de nuestras formas de percepción. Además de los 5 sentidos habituales, se ha ampliado la lista y se consideran tambien el sentido del equilibrio, de la presión, de la temperatura, del dolor, del movimiento, la cinestesia y la sinestesia… Con este post, seguiremos despertando nuestros sentidos en especial, el sentido del tacto, con una técnica que nos conecta con la sabiduría de la naturaleza.
Nuestro planeta es un gigantesco imán con sus propias líneas de fuerza, el cual se encuentra sumergido en campos energéticos: las energías cósmicas que nuestra tecnología es capaz de medir y parcialmente interpretar. Ahora bien, ese poder ha sido utilizado para la curación a través de diversas técnicas que pretenden regularizar y armonizar la salud. Una de ellas es la Gemoterapia.
El poder energético de los cristales es muy grande. Son increíbles transmisores de energía y su potencial debe ser tratado con mucho cuidado. El uso de cristales ya figuraba en las culturas antiguas, como la egipcia, fenicia, celta e india. No obstante, hoy en día la ciencia está comprobando su utilidad y funcionamiento como transmisores y receptores exactos, de hecho, se utilizan en aparatos de electrónica, satélites, naves espaciales, entre otros.
Ahora bien, para explicarte mejor te diré que los cristales poseen una vibracion acorde a la de la tierra, por lo que la sensación de relajación puede ser cargada a una conexión vibratoria con ella. Por tanto, como verás, la gemoterapia trabaja en varios niveles:
Físico-Mental-Espiritual, equilibrando las energías que fluyen dentro de nosotros. En realidad, lo que interviene en este tipo de trabajo es la energía que la persona es capaz de canalizar.
Al ubicar un cristal frente a una persona, la frecuencia de onda que éste transmite ayuda a armonizar los desequilibrios que se encuentran en el aura humana, restablenciendo su orden. Una gran parte de este efecto, lo logra la claridad y la pureza de cada piedra, pero también es responsable en mayor grado el color que posee.
¿Cómo seleccionar las piedras para esta técnica?
– Malaquita: Nivela el organismo, especialmente el ciclo menstrual.
– Ópalo: Se utiliza para disolver las piedras en los riñones, cálculos biliares y para el ácido úrico en las articulaciones.
– Ámbar: Limpia el organismo de toxinas y mejora la digestión (se coloca encima del estómago).
– Cuarzo Cristal: Esta es una de las piedras más utilizadas ya que su efecto es revitalizante y trabaja sobre todo el organismo. Este mineral absorbe las energías negativas llevándolas hacia el exterior.
Otras opciones a considerar…
¿Te falta energía? Lleva un rubí. ¿Problemas con el período menstrual? Prueba la melaquita. Para una curación específica, se colocan sobre el cuerpo, encima de cada “chakra” las piedras del color que les corresponden: violetas (amatista, fluorita), índigo (azurita, zafiro oscuro), azules (lapislázuli, zafiro, topacio), verdes (esmeralda, jade, malaquita, turmalina), amarillas (ámbar, topacio), anaranjadas (ópalo de fuego, jaspe anaranjado, cornalina), rojas (rubí, granate, coral). Estos son algunos métodos de la gemoterapia.
Te invito a disfrutar el placer de re-econtrar tu equilibrio ideal, la paz y la serenidad dentro de ti.
Imágenes cortesía de: www.vitalitespa.com, consultoriomedicinanatural.blogspot.com, www.renaser.cl, www.esacademic.com.