En el cielo nocturno, el tamaño no equivale a belleza. Precisamente, esta noche serpentea por el cielo la constelación más grande que, a pesar de ello, es una de las constelaciones más tenues, con sólo una estrella de brillo moderado.
Hidra, la serpiente marina, comienza a ascender por el cielo al anochecer, pero el resto de su cuerpo tarda unas seis horas en aparecer del todo; la cola no sale hasta pasada la medianoche.
La estrella más brillante de Hidra es Alphard palabra que significa «la solitaria.» Y realmente es una luz solitaria en una región del cielo relativamente oscura.
Pero la estrella es realmente una binaria dos estrellas ligadas por una órbita mutua. La estrella que se puede ver sin instrumentos ópticos está clasificada como una gigante. Se acerca al final de su vida, así que se ha hinchado hasta alcanzar proporciones enormes. Si ocupara el lugar del Sol en nuestro sistema solar, llegaría hasta la mitad de la órbita de Mercurio.
Su acompañante pasó hace mucho esa fase de la vida. Se hinchó y después expulsó sus capas exteriores al espacio, quedando sólo su núcleo, denso y caliente: una enana blanca.
La misma suerte le espera al Sol, el cual se hinchará para convertirse en una gigante; después perderá sus capas exteriores para convertirse en una enana blanca.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes consultadas: universoonline.org.
