Boötes, muestra su antagonismo.

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Bootes

BootesLa constelación de Bootes está en el este al caer la noche. Su estrella más brillante es el resplandeciente Arturo, de color amarillo-anaranjado. Hacia la izquierda de Arturo está Izar, la cual es más débil. Un telescopio revelará que Izar en realidad son dos estrellas, una es anaranjada, y la otra es azul-blanca.

Bootes
Las estrellas más brillantes de la Osa Mayor forman una figura conocida como el Gran Cazo. Pero otras partes del mundo ven esa figura como un arado. Y, si se tiene arado, lo lógico es que haya alguien para manejarlo.

En algunas historias, el hombre del arado está en la constelación siguiente: Bootes, el boyero.

Según una historia de la mitología griega, la diosa Demeter transmitió los conocimientos de la agricultura a través de un pastor, quien, a su vez, se los pasó a la humanidad. Cuando el pastor ayudó a Demeter a encontrar a su hija, secuestrada, le premió colocándole en las estrellas.

A diferencia del Gran Cazo, la figura de Bootes es tenue, pero sí tiene una luz brillante: Arturo, la quinta estrella más brillante de todo el cielo nocturno. Está alta en el sureste al anochecer, con un brillo amarillo-anaranjado.

Si no puede distinguirlas, el Gran Cazo puede ayudarle. Siga la curva del asa del cazo hacia fuera. La primera estrella que se ve es Arturo.

El resto de Bootes forma una figura que se parece a una cometa o a un cucurucho de helado, con Arturo en la base. El resto se extiende hacia la izquierda de Arturo esta tarde, hacia el Gran Cazo.

Hay varias maneras de trazar una constelación. Se pueden marcar fronteras estelares, haciendo de cada constelación una zona bien delimitada del cielo. Podemos «unir los puntos» de varias estrellas para crear una figura. O se puede hacer que una sola estrella represente esa misma figura.

Un ejemplo de los tres métodos es Bootes, el boyero, que está alto en el este al anochecer. Lo encontrará si distingue a su estrella más brillante: Arturo, de color amarillo-anaranjado.

Bootes es una de las constelaciones más antiguas. En su forma más primitiva, probablemente sólo tenía a Arturo. De hecho, el nombre de Bootes y el de Arturo se usaban a veces de modo indistinto.

Más adelante a la constelación se le añadieron varias estrellas cercanas; estas estrellas están repartidas entre Arturo y la Osa Mayor. Esta versión de Bootes parece un cucurucho de helado, con Arturo en la parte de abajo.

Y, en los años 20, los astrónomos dividieron el cielo de manera oficial en 88 constelaciones. Estas versiones son rodajas tridimensionales del universo. Aunque incorporan las viejas «figuras estelares,» también incluyen todo lo que aparece dentro de sus límites, asegurando que todas las estrellas, y todas las galaxias, pertenecen a una constelación.

¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba…es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.

Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado  nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.

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