Régulo, el «corazón» del León, está alto en el cielo nocturno. Para encontrarlo, alinea las dos estrellas que forman el borde interno del cazo de la Gran cacerola, después sigue a esa línea de derecha a izquierda. La primera estrella brillante que intercepta a la línea es Régulo.
Leo
La mayoría de las «figuras estelares» del cielo nocturno no tienen ningún parecido con sus nombres. Una hermosa excepción salta por el cielo en las noches de marzo: Leo, el león. Está en el este al anochecer.
Un signo de interrogación inicial representa la cabeza y la melena del león. Un triángulo de estrellas hacia la parte inferior izquierda forma las patas traseras y la cola del león.
Leo es más conocida por sus estrellas brillantes, en especial Régulo, su corazón brillante. Pero también contiene unas cuantas galaxias brillantes. A la cabeza de la lista están tres galaxias que forman el Triplete de Leo: M65, M66 y NGC 3628.
Al igual que nuestra Vía Láctea, NGC 3628 es una espiral un molinillo que ocupa, por lo menos, cien mil años luz.
Los acercamientos a otras galaxias han desencadenado la formación de, quizás, millones de nuevas estrellas cerca del centro de la galaxia. Y han arrancado una pluma de gas que ocupa un cuarto de millón de años luz suficiente gas para formar 500 millones de estrellas de igual masa que el Sol. De hecho, ya ha formado millones de estrellas concentradas en varias zonas.
El Triplete de Leo es sólo una de las maravillas de una de las constelaciones más reconocibles del cielo nocturno: el león.
Nota: Esta información sólo es válida para el Hemisferio Norte.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes consultadas: universoonline.org.