Virgo, la constelación mejor identificada con la primavera, está entrando a la mejor vista. La mayoría de sus estrellas son relativamente débiles. Pero la estrella más brillante de Virgo, la azul-blanca Espica, es fácil de encontrar. Asciende en el este a mediados de la noche.
Esta es la segunda constelación más grande tan grande que tarda unas cuatro horas en salir del todo por el horizonte del este. Pero en su perímetro sólo alberga una estrella brillante.
Esa estrella es Spica, que aparece al anochecer. Tiene un resplandor blanco-azulado. La estrella representa una espiga de trigo en la mano de una mujer o muchacha.
Como todas las constelaciones, hay dos modos de observar a Virgo. Uno es «unir los puntos» de la figura de la constelación trazada hace miles de años, lo que produce la figura de la propia Virgo. El otro modo es como una región del cielo con fronteras bien definidas, como un estado o país en la Tierra.
Los astrónomos trazaron esas fronteras hace ocho décadas, cuando dividieron el cielo en 88 constelaciones oficiales. Incorporaron la mayoría de las constelaciones de la antigüedad, añadieron otras trazadas en siglos más recientes, y eliminaron algunas. Su labor colocó a cada estrella en una constelación.
Esta noche, cuando Virgo suba por el cielo, busque dentro de sus límites al planeta Saturno, que parece una estrella brillante y dorada. Está bastante alto en el este para el anochecer. Spica aparece debajo de Saturno un par de horas después.
Nota: Esta información sólo es válida para el Hemisferio Norte.
¿Cuántas veces te detienes a observar lo que el cielo cada noche coloca en cartelera?… Recuerda el axioma que dice “Como es arriba… es abajo”… El cielo y las estrellas no son un adorno… son una realidad.
Observar nos conecta en un 30% con la energía del Universo.
Imitar lo observado nos conecta en un 70% con la energía del Universo…
Emular lo observado nos convierte en la energía.
Fuentes consultadas: universoonline.org.