Hoy es año nuevo chino, comienza el año de la serpiente de agua o serpiente negra. Para muchos en la tradición china es momento de comenzar cambios, de cambiar la piel como lo hace la serpiente.
Pero el cambio, quizá la única constante del universo, aunque continuo, no es siempre fácil. Con cada experiencia importante de la vida comenzamos a adquirir aprendizajes y temores. Y el miedo va apareciendo con más fuerza a medida que vamos creciendo.
Quiero dejar claro que el miedo no es malo, fue el instinto de supervivencia lo que llevo a la raza humana a caminar erguida y utilizar herramientas. Los miedos son parte importante de este instinto que se conservan en nuestro cerebro reptiliano, en nuestra memoria genética y celular.
Pero, nada más temerario que un inocente niño que no conoce límites y quiere volar como un superhéroe o investigar como un científico.
Cuando voy al cine a ver una película de James Boond (007), sé que veré, explosiones, autos, chicas bellas y acción (todo lo que uno espera de esta saga). Pero al ver Skyfall la más reciente no fue eso lo único que vi, la magia del cine me obsequio un recuerdo que quizá de otro modo no hubiese venido a mí.
En una de las líneas de su parlamento, la jefe de James conocida simplemente como “M” recito unas líneas del “Ulyses” un poema de Tennyson, que siempre me recuerda lo que es la esencia del ser humano ante el cambio:
“…lo que somos, somos: un espíritu ecuánime de corazones heroicos, debilitados por el tiempo y el destino, pero con una voluntad decidida a combatir, buscar, encontrar y no ceder.”
El espíritu guerrero vive en nosotros, y en lugar de utilizarlo para herirnos debemos utilizarlo para cambiar, para dar frente a la incertidumbre e impulsar esa chispa que nos llevó a evolucionar y ser las especie dominante en nuestra pequeña nave azul pálido, la Tierra.
Ese espíritu guerrero debe estar orientado al cambio y guiado por ese ser superheroico del niño en nuestro interior, pero ahora con la experiencia del que ha aprendido debe llevarnos al siguiente nivel de supervivencia siendo bien conducido por los temores para impulsar un cambio destinado a un nuevo orden donde domine la cordura.
Tennyson nació a principios del siglo XIX un siglo de grandes cambios y marcado por la guerra, en Europa Napoleón, en América la Independencia en marcha. La filosofía, la ciencia floreciendo luego de una época oscura. La industria con dos revoluciones que la marcarían. El imperialismo, el materialismo. La cirugía primero y luego la anestesia. Quien mejor que él para saber qué es lo que el cambio implica.
Muchas veces el cambio es desgarrador, en algunas religiones ancestrales el mismo dios que construye es el que destruye, representando a la muerte y a la nueva vida. No debemos tener miedo al cambio, por más profundo que este parezca, debemos sin duda afrontar lo que vienen con la alegría del que tiene una nueva oportunidad, y la magia del niño que llega a un nuevo mundo, una nueva vida.
¿Has salido temprano frente al mar, en el campo, una pradera o la montaña y respirado el aire fresco de la mañana? Lo que respiras es el aire de un fresco comienzo. ¿Que esperas para hacerlo?
